
Dejé instrucciones a mi hermano para que llevase los papeles al servicio provincial. Me envió un sms a París porque acababan de decirle que había que introducir los datos a través de Internet. Santi, no te preocupes, le dije; he puesto tres colegios sólo y no me van a dar ninguno. Entrégalo en formato de papel y si luego no valiese, no pasa nada, total…
Y bueno, como ya sabéis, a principios de este mes he sabido que, tras cinco años en el pueblecito, me han dado destino en el cole de Valdespartera. Es toda una maravilla teniendo en cuenta que es lo que quería, que es el colegio que puse en primer lugar y que una de las chicas que han concursado para este colegio por mi misma especialidad ha obtenido plaza gastándose el doble de puntos que yo.
Se trata de un colegio bilingüe, de modo que los alumnos tienen clases en inglés desde los tres años con profesores nativos, y durante la etapa de Primaria tienen clase de Literacy –llamémoslo inglés-, Conocimiento del Medio y Plástica en este idioma, sumando nueve horas semanales. Es un colegio nuevo que se inauguró este curso que ahora termina, y cuyos puestos han sido cubiertos por personal interino; así que en septiembre, salvo el equipo directivo, todos los maestros llegamos por primera vez al centro. Creo que me gustará la sensación de comenzar casi desde cero, aunque sin duda implicará más trabajo e inseguridad en algunos aspectos.
¿En qué voy a salir ganando con el cambio de colegio? En muchas cuestiones:
- La más clara, en dejar de conducir dos horas cada día, con lo peligroso que resulta en días de lluvia y en general en invierno cuando hay riesgo de helada.
- En consecuencia, unos ciento cincuenta euros que no me gastaré mensualmente. Vaya, como si hubiese pedido un aumento de sueldo al jefe, especialmente si pensamos en esos maravillosos mil doscientos euros que gasté en la última revisión de coche y que todavía me duelen. (No es que ahora no vaya a revisar más el coche, pero lo haré con una frecuencia mucho menor).
- El factor tiempo varía considerablemente. Hasta ahora, 2 x 60 minutos al día en coche, = 120 minutos en total. A partir de septiembre, 2 x 15 minutos = 30 minutos. Hay que añadir a esto que mientras que en el pueblo la hora de salida era las 16:30 horas, más una hora de coche = 17:30 horas, ahora saldré a las 16:15 horas, + 15 minutos de coche, = 16:30/35 en casa. ¡Vamos, como si hubiese ido al jefe y le hubiese pedido una hora más de vida al día!
- Por otra parte, el modo de trabajar será distinto. Acabaré con toda seguridad más cansado, pues estaré en aulas con unos veinte alumnos y no de diez o doce, pero podré trabajar con TODOS la MISMA actividad: todo un lujo a menudo impensable durante mis últimos cinco años de vida profesional.
- Y finalmente, podré dedicarme bastante de lleno a enseñar inglés, que al fin y al cabo es una de las áreas que más me gusta enseñar junto con las matemáticas y, a veces, el conocimiento del medio. En Villarreal tener seis libros de texto de inglés con sus seis cuadernos de actividades y sus seis cd´s de listenings y songs era como… ¿imposible? Y eso que este año, no me preguntéis cómo, he conseguido terminar todo el libro con 5º.
Pero claro, ¿qué pasa con el cole que dejo? ¿Cómo ha sido lo de ver que allí Jorge dejará de ir dentro de unos días?
(Continuará)