miércoles, 30 de agosto de 2006

Ligando.

- Hola, guapa.
- Hola -dice la muchacha con tono distante.
- ¿Sabes que eres la chica más guapa que he visto nunca en este bar?
- Pues gracias.
El chico sonríe, bebe y, escudado por la música, piensa sus próximas palabras.
- ¿Sueles venir mucho por aquí?
- A veces, sí.
- Qué guapa que eres.
La chica vomita figuradamente -no lo hagáis nunca en casa, niños- tras decidir que la capacidad conquistadora del muchacho es escasa y trillada.
- En serio, me he quedado pasmado con esos ojos y esa sonrisa.
- Ajá.
- ¿Quieres que vayamos a algún sitio?
- Estoy bien aquí, gracias.
- Te puedo invitar a venir a mi casa, si quieres. Soy muy bueno en la cama y tengo una buena herramienta.
- Te lo agradezco, pero tengo hemorroides.
- Cuánto lo siento. Pero eso no tiene por qué ser un problema.
- Claro que sí. Yo, o me dan por el culo con una buena polla y con un puño o no disfruto. Y ahora mismo estoy escocida.
- Comprendo, comprendo. Es una pena.
En unos minutos el muchacho se aleja y la chica goza del buen resultado de la táctica. Lo que se divertirá contándolo a los amigos.

domingo, 27 de agosto de 2006

¿Cómo?


¿Cómo consigue un mago dividir a una persona en dos o tres trozos tras haberla metido en una caja? La explicación que siempre se da es la de que se trata de varias personas; eso parece evidente, pero nunca he sabido encontrar el modo en que dos personas pueden caber en esas divisiones ni en qué momento las piernas de la persona original dejan de ser las suyas verdaderas.

jueves, 24 de agosto de 2006

Listen / Ecoutez / Escucha


Si no hay imprevistos de nuevo, podríamos ir a Escucha este domingo. Mike se apunta y yo conduzco, así que quedan tres sitios libres y no seré yo quien se coma el marrón de decidir la identidad de los otros tres ocupantes.
Quienes vengan deberán tener en cuenta varias cosas. Una, que la gasolina correrá a cuenta de todos a partes iguales. Dos, que llevaremos comida casera, ya que parece que ninguno de nosotros anda sonándose los mocos con billetes. Tres, que saldremos a las diez desde mi casa (y ello implica, por lo menos para un servidor, que conduce, no irse de juerga la noche del sábado). Y cuatro, que la salida consistirá en ir al museo minero de Escucha, quizá ver algunas cuevas cercanas si alguien conoce el camino, comer y de vuelta, si apeteciese, parar un rato en el pueblo donde trabajo para verlo y entrar en el cole. ¿Hora aproximada de regreso? Diría que las seis o así, como tarde.
Otra opción (que yo prefiero) sería ir el sábado, aunque quizá sea inviable si Nekokun quiere celebrar su cumple el viernes por la noche y/o los demás tenéis algún tipo de encuentro/concierto/orgía preplaneada.
En fin, ahí tenéis los comments para que os tiréis de los pelos por un asiento o declaréis vuestro pasotismo escuchil.

martes, 22 de agosto de 2006

Yo es que me derrito.


Dedicaría este post a Nekokun, al que felicito desde aquí, pero no lo hago porque lo va a leer días después. Caspe´s consequences.
Así que hablaré, rápida y babeantemente, de mis dos sueños eróticos por cumplir. Se satisfizo ya el de tocar a un tío hiperbarrigudo. Ahora me queda el de ponerle la mano encima a un jugador de baloncesto que se acerque lo más posible, o sobrepase, los dos metros y el de enrollarme con una mole musculosa como la de la foto...
Ya sabéis, amigos, que ande o no ande... Creo que después de ver a Toño admirando unas tetas como dos macetas, puedo afirmar que él comparte mi admiración tamañil.

domingo, 20 de agosto de 2006

So sweet... (II)


También de aroma dulce, he descubierto a precio módico estas botellas de crema catalana; me he pimplado una en tres días yo solo, porque con lo dulce que es y con el grado justo de alcohol, entra que no veas...
Como la de helado no hay ninguna, eso sí.

viernes, 18 de agosto de 2006

So sweet...


El jabón de vainilla endulza las manos de quien lo usa. Me he aficionado a él desde hace tiempo. Está bien percibir ese aroma aunque sólo sea eso, aroma, volátil y perecedero; aunque uno sea rubio y el otro moreno, aunque uno odio lo dulce y el otro lo adore, aunque uno quiera amistad y el otro no...
Pero no importa. Me gusta la sensación, y lo seguiré comprando.

miércoles, 16 de agosto de 2006

No más.


Viendo la foto, creo que queda claro que no debo tratar de cuidar más plantas en mi casa. Ese cadáver pertenece a la que me regaló Carolina hace año y pico. Me dijo: "Es muy fácil, sólo tienes que cambiarle el agua una vez a la semana y ya está". Yo así lo he hecho, pero la pobre no ha resistido.
Conclusión necesaria: las plantas también se inmolan.

lunes, 14 de agosto de 2006

Zipi y Zape


Creo que hacemos buena pareja. Os invitaremos a nuestra boda si no se escapa a Polonia cuando se lo proponga.

I think we make a good couple. We´ll invite you to our wedding if he doesn´t run away to Poland when I ask him to marry me.

Mysle, ze dobra z nas para. Zapraszamy Was na nasz slub, jesli on nie ucieknie do Polski, kiedy poprosze go by wyszedl za mnie.

domingo, 13 de agosto de 2006

Porque yo lo valgo.


En una página web se pueden encontrar chicos y chicas que han colocado una webcam y se muestran medio desnudos para que tú, de modo gratuito, les veas. Si deseas que hagan lo que tú quieras y se desnuden del todo, tienes que pagar.
No me he informado en profundidad, pero la publicidad dice que puedes ganar hasta ciento veinte euros por hora si decides ser uno de esos atrevidos. Aunque luego sólo ganes treinta o cincuenta, la posibilidad me pareció interesante. Lamentablemente, requieren ciertas características técnicas, como una web cam concreta, una tarjeta de sonido buena y por supuesto conexión de banda ancha, cosas que no tengo. Pero por lo demás, el horario se lo marca uno mismo. Coges dos mañanas de fin de semana, pones cachondo a cuatro salidos de Estados Unidos y hale.
No desdeñaré la idea, que me animaron algunos admiradores internetianos que tengo diciéndome que tenía posibilidades y, por otro lado, he de reconocer que me gusta que la gente me mire (el flirteo) cuando voy al ambiente. Y esto sería lo mismo pero de modo virtual.
Porque yo lo valgo.

viernes, 11 de agosto de 2006

Liberando a Carmen Posadas (II)


Hace muchas semanas comenté que había encontrado un libro de la autora que aparece en el título, Pequeñas infamias, en la biblioteca Ricardo Magdalena, concretamente en un estante destinado a los libros liberados. Decía que después de leerlo lo dejaría en cualquier sitio, y añadía algunos comentarios acerca de lo original y sugerente de la idea del bookcrossing.
Leí un veinticinco por ciento del libro, decidí que era una basura y lo abandoné a la puerta de El Cortinglés de Independencia; y ese libro, como todos menos uno de los que he liberado, ha caído en manos de alguien que desconoce la página web donde hay que indicar que se es el nuevo dueño del mismo, o no sabe usar internet o ha decidido quedarse con la novela.
Así que a la mierda tanto bookcrossing y su puta madre en bragas.

miércoles, 9 de agosto de 2006

Que le den porl saco a la hermanastra.


Cuando en una situación crítica, como ver a dos personas atrapadas en un coche accidentado o encerradas en una habitación en llamas, alguien se comporta heroicamente y arriesga su vida sin pensar en la suya propia, está poniendo en práctica un instinto ancestral de ayuda al semejante; allí, la adrenalina, por ejemplo, juega un papel fundamental. Dos individuos salvaron la vida de una chica que iba en silla de ruedas cargando con ella sesenta y ocho pisos abajo; salieron de una de las torres gemelas apenas unos minutos antes de que se desplomara.
Pero hay un matiz en esta ayuda desinteresada por salvar vidas: y es que es algo selectivo y varía de intensidad. Cualquiera de nosotros se entregaría con mayor esfuerzo para ayudar a su hermano o a su madre, por ejemplo. Se hizo un experimento –contrastado después en varias ocasiones- en el que se le pedía a una persona que metiese la cabeza bajo el agua y aguantase todo lo que pudiese; lo que diferenciaba las varias ocasiones en que se rogaba esto es que en cada una de ellas el voluntario pensase en que el esfuerzo iba dirigido a tres familiares distintos, digamos que un hermano, un sobrino y una prima segunda. Resulta asombroso que la vez en que más resistía esa persona bajo el agua era cuando había estado pensando en el hermano, por ser el familiar con el que compartía mayor proporción de genes.

Vamos, que si a veces todos somos un poquico animales, pues razones no nos faltan, al parecer.

lunes, 7 de agosto de 2006

Gracias por un futuro mejor.


Mi estatura está en unos 166 centímetros. Nunca he tenido el más mínimo problema por ver que buena parte de la población, sobre todo la masculina, es más alta que yo. Es más, mejor para mí, que me gustan más altos.
Sin embargo, viendo el actual tamaño de los asientos del bus o de ciertos... báteres para mear de pie... (¿es que no tienen un nombre o es que no me sale?), a veces mi mente divagaba acerca de mis dificultades para llevar una vida normal dentro de cuarenta o cincuenta años, cuando la población aún fuese más alta y resultase poco sorprendente encontrarse gente de metro noventa. Me reconfortaba pensando en las chicas bajitas, ya que mientras existiesen, más o menos las dificultades serían relativas o al menos se sobrellevarían mejor en compañía.
Y de repente... ¡qué bien!, llegó la globalización, las inmigraciones y la mezcla typical siglo XXI, y ahí están esos maravillosos sudamericanos, esos ecuatorianos que no levantan ni dos butifarras del suelo y que me garantizan una vida normal hasta que me muera.
¡Gracias, Zapatero, por abrir las puertas al mundo!

sábado, 5 de agosto de 2006

Día olvidable.

Ayer viernes fue sin duda un día para olvidar. Anímicamente estuve bien, pero sin duda hubo varios hechos que me podrían haber invitado a quedarme en casa durmiendo y asqueado.
En primero lugar, había planificada para hoy una visita al museo minero de Escucha que ya lleva varios años en mente. Y justo ayer, cuando ya estaba todo preparado y había quedado a las diez en la puerta de mi casa para hoy, descubro que se me ha roto la patilla de mis gafas y que, al no poder conducir, la excursión es inviable (pues me niego a prestar mi coche a nadie, la verdad).
Por otra parte, me pongo a consultar mis mensajes de internet y me encuentro conectado en ese momento al chico de madrid al que quiero ir a visitar. Físicamente me encanta y yo a él también, pero parecemos gustarnos para algo más que para un encuentro breve. Hablando de cuándo vernos, surgen detalles que me empiezan a sonar mal. Me dice que vive con sus padres y que tendría que alojarme en un hostal; luego, al invitarle yo a venir, me dice que como trabaja, no puede; después, me dice que este lunes y martes tiene fiesta (contradicción primera), así que le digo que se venga y me dice que no puede, porque sus padres se marchan y le dejan al perro para que lo cuide; le digo que vale, que puedo ir yo, pero que entonces me puedo alojar en su casa; me dice que no, que su hermano viene y va a casa aunque vive con su esposa y que no le gustaría que viera que estoy yo (cosa que suena rara, nueva información sorprendente); le digo que bueno, pero que entonces por qué no le deja el perro a su hermano y se viene a zaragoza; me dice que no, que ya les ha dicho a sus padres que se va a quedar a cuidar al perro y que como es la primera vez que lo dejan solo, no quiere cambiar de planes; le digo si estaríamos todo el día por ahí por madrid viendo cosas y dice que sí y entonces le pregunto a idea que entonces qué sería del perro, y entonces dice que pasaríamos por su casa un par de veces al día para atenderlo y cambiarle el agua; le digo entonces que me corta un poco tener que dormir en hostal y estar pasando por su casa tanto (ocasiones en las que además, pienso, también nos podría ver el hermano, ¿no?), con lo que cuesta moverse en madrid; dice que bueno, que sería rápido, que tiene jardín y no hay que sacarlo de paseo (¿entonces por qué cojones no deja al perro en el jardín, le echa un vistazo tu hermano y, si te apetece conocerme tanto como dices, vienes a zaragoza y te dejas de memeces?); le digo que prefiero verlo mejor el día 22 en zaragoza, donde podré alojarle, y entonces me insiste en que vaya y que vaya y que vaya; le digo que no, que en zaragoza estaremos sin perro, sin hermano y con intimidad, de llegar el caso; me insiste y me insiste y me dice que si nos gustamos mucho me iré a vivir a madrid yo; le digo que sí, que voy a renunciar a mi plaza fija ahora mismo; me dice que él no tiene trabajo de lo suyo en zaragoza (es actor...)... Y así seguimos un buen rato, entre comentarios extraños y cuentos de la lechera... pero todo ese tiempo me dio la sensación de ser un chico mucho menos sincero y claro de lo que me había parecido. Lo cual encaja con la primera impresión que tuve al verle por foto: qué guapo que es y qué consciente que es de ello.
En tercer lugar, ayer estuve a punto de quedar con dos personas. Charlamos por internet, nos vimos por foto... y ambas, interesadas en mí, terminaron diciendo lo mismo: "huy, no, si hoy no puedo quedar, jeje, me refería a otro día". ¡¡Arrrrgh, con lo que me cuesta a mí animarme a quedar con alguien, que nunca nunca lo hago, y ahora me encuentro con dos monjas!! ¡¡Qué asco de vidaaaaaa!!
En cuarto lugar, después de que me informaran en la óptica de que la patilla de mis gafas tardará dos semanas en ser reparada, me fui de compras a grancasa. No compré nada, pero yendo de tiendas me crucé con un chico claramente gay -y si no lo es, pues pobrecico, porque va a tener encuentros indeseados a mansalva-, alto y guapete, con el que me crucé en varias ocasiones y hubo un obvio intercambio de miradas. A la tercera vez, me decidí a buscarlo, y volví a H&M, donde ya había estado; lo vi en una fila y me quedé por la entrada; y cuando el chico iba a salir y yo estaba firmemente decidido a ponerme a hablar con él (qué fuerte, ¿eh?), me encuentro con una tropa de seis personas compuesta por familiares de ésos que hace que no ves como quince años y a los que les tienes que contar tu vida en quince minutos: qué bien que estás trabajando, pues qué delgado que estás, qué tal tus padres, cuánto paquete marcas y todas esas cosas. Pasó el chico guapo a mi lado, me volvió a mirar, le sonreí con cara de circunstancias de la vida y para cuando conseguí desembarazarme de la tropa, me lo encontré ya subiendo al 23; y desde luego, si jamás he osado ponerme a hablar con un desconocido y ayer estuve a punto de hacerlo, sí que me niego a hacerlo en un autobús abarrotado donde los de alrededor se coscarían enseguida de lo anormal de nuestro diálogo.
Y por último, ya que hoy no había excursión, salí por ahí anoche y el polaco no estaba, lo cual al menos me habría alegrado un poco el rato. Me presentaron a un chico con el comentario previo de que yo le gustaba; plumífero, a primera vista superficial y muy diferente a mí, pero con ese toque óscar-simpático que me gusta en los chicos y que me animó a acompañar al chico y su grupo a otro bar tras el versus. A mitad de camino por la calle, el chico se retrasó hablando con otro y pasados quince minutos en los que ambos chicos ni siquiera se veían al final de la calle (¿qué cojones harían? Eran amigos y además dudo que se enrollasen en una zona céntrica a las 5 de la mañana), dije al grupo que tenía frío y que me iba a mi casa.
Afortunadamente, ayer era viernes y hoy es otro día...

jueves, 3 de agosto de 2006