jueves, 19 de agosto de 2010

Librería General: ya no me no me.

He regresado de Argentina. Una experiencia magnífica que relataré como de costumbre en cuanto se me pase del todo el jet lag. Mientras, os dejo con la siguiente opinión.


Hace unos días descubrí que la librería zaragozana arriba mencionada me gusta mucho menos que antes.

Tengo dos razones para ello.
La primera es que, al poco de entrar, los dependientes se acercan enseguida a preguntar si pueden ayudarte. Considerable como educación o atención, si algo me gusta de una librería es poder echar un vistazo a los libros como si fuese invisible, y dado este cambio de actitud en los trabajadores, me obligan a decirles que no, que estoy guay solo y que me olviden.
En segundo lugar, tengo un motivo surrealista: al menos los libros del fondo de la planta calle huelen a limpiamuebles. Cuando yo entré estaban echando fusfús y limpiando con un trapo algunas de las estanterías de esta parte de la librería. Estuve un rato curioseando y me llevé tres títulos. Dos días más tarde comencé a leer uno de ellos y al principio creí que, quizá por contraste con lo que suelo leer -que pasa en casa muchos meses hasta que lo empiezo-, simplemente olía a nuevo. Luego me di cuenta de que no, de que ese olor penetrante pertenecía al fusfús que había visto usar y que su aroma embriagador me iba a acompañar a lo largo de todas las páginas de ese, menos mal, corto libro.

Pues eso. Que, en General, me pasaré menos por allí.

domingo, 1 de agosto de 2010

De oca a oca y...

...me las piro porque me toca.
Las actualizaciones en el blog se suceden con más rapidez de la deseada por necesidades del guión. Apenas acabo de colgar aquí mi relato sobre Suiza (ver más abajo) y os dejo de nuevo con la intriga de un nuevo destino viajero.
Esta vez la cosa tiene un matiz distinto: cambio de continente por primera vez. Vale, pero... ¿a dónde? Veamos...:
1) A Nueva York: toca ver en primera persona si, tal como dicen, es como en las películas.
2) A Argentina: hay que averiguar si allí se baila el mejor tango.
3) A Marruecos: debo aprender a regatear precios en francés.
4) A Tailandia: me toca superar mis cosquillas para dejarme llevar por los masajes.
5) A China: debo asimilar que esta vez no viajo por libre y asumir los horarios del guía.

Añado un dato para embrollar más la cosa. Allá donde voy, viajo con un chaval al que jamás he visto en persona y que, aunque vive cerca de Australia, es francés... Surrealista, en cualquier caso, haber quedado en uno de esos sitios a conocernos, ¿verdad? :)
Como siempre, si no tengo tu dirección y quieres recibir una postal por toda la jeta, envíame un email.
Coge tu bola de cristal y, para no equivocarte como siempre, concéntrate bien en ella antes de efectuar tu elección...