domingo, 17 de enero de 2010

Teléfonos.

Ya han pasado las navidades. Como epílogo a mi actualización anterior, ahora que las navidades han pasado, ¿no te parece un poco tonto ese gasto en regalos que has hecho? Yo me lo he gastado en cosas para mí o simplemente en ahorrarlo...
Esta vez no he viajado a ningún sitio. Ciertos planes que tenía se estropearon en el último momento y no pudo ser lo que iba a ser. Así que estas navidades han sido las de los teléfonos.
Uno, las de cambiarme de compañía de teléfono fijo. Dos, las de cambiarme de compañía de móvil (con una tarifa más barata que hasta me animará a llamar más con el móvil, cosa inaudita hasta ahora). Tres, las de comprarme teléfono móvil nuevo, pues el antiguo me estaba haciendo tonterías con la pantalla. Y cuatro, las de cambiarme de inalámbrico para la línea fija, que el otro había muerto y me cansaba de hablar con el fijo sentado en el frío suelo de mi salón.
Tienes que venir a mi casa -que asombrosamente está ordenada y visitable por fin (sí, Rosa, sí, has leído bien)-. ¿Por qué? Porque el inalámbrico es rosa y de Barbie. Mi hermano me dijo si había huevos de comprarlo y hombre que si hubo...
Una navidad telefónica, no cabe duda.