martes, 30 de mayo de 2006

¿Se puede adivinar si una persona tiene pareja?


Fui a unos famosos grandes almacenes, o sea, a El Corte Inglés. Cuando estaba en caja para pagar, la chica rubia que me atendía estaba manteniendo una animada conversación con una compañera que parecía ser nueva:
- ¿Pero tú tienes pareja o qué? Yo creo que sí, no sé, es una cosa que se nota.
- ¿Ah, sí? No fastidies. Nunca había oído algo semejante.
-Sí. Son veinte euros.
Pago.
- Aquí tiene, gracias. Pues sí, lo que te digo, al ver a una persona se nota.
- Perdona, no puedo resistirme, ¿yo tengo pareja? -le pregunté directamente.
Cara de "ondia, con qué me sale éste".
- Huy. Es que mira, no sé, ahora mismo no te podría decir. Es que no te conozco de nada. Pero cuando ya has tratado un poco a una persona, pues no sé, hay algo que te lo dice.
- Claro, claro -dije yo-. Yo te he oído que decías eso y vamos, no me iba de aquí sin saber el truco.
- Jeje, claro.
- Adiós -me despedí.
Y, frustradas mis expectativas ante aquel posible descubrimiento, desfogué el sentimiento a base de tópico: rubia tenía que ser.

domingo, 28 de mayo de 2006

Flechazos


Vas andando por la calle y, flash, te cruzas con un chico (hablaré en masculino por abreviar) que no es que esté bueno ni te dé morbo ni, en mi caso, mida más de metro noventa; pero tiene una mirada que te ha engatusado, una carita que te habla sola y te dice que has encontrado a ese chico mono, dulce y atento con el que siempre has soñado. Por vergüenza y falta de contexto, así como por incapacidad para encontrar un modo de entablar conversación, incapacidad aumentada por el estado fisiológicamente abrupto tras haberlo visto por primera vez, te limitas a mirar y admirar.
Ese momento, de apenas unos segundos o, con suerte, unos minutos, pasa por fin y el chico se va sin que se te ocurra ningún modo de evitarlo. Y para tu asombro, su imagen se guarda en tu cerebro durante horas, de un modo desproporcionado dado lo breve y unilateral del encendido encuentro...
Por eso me gustó tanto encontrar una sección en el periódico El País que, aunque de eficacia bajísima dada su tirada nacional, permite dejar un mensaje en la sección "Te vi" describiendo encuentros fugaces y sentidos como el que he mencionado y acariciar por un segundo la posibilidad de que ese chico que de sólo verlo se ha quedado dentro de ti pueda llegar a decirte que ha sentido lo mismo estando a tu lado...
:)

viernes, 26 de mayo de 2006

Comienza la gran vida y el carnet por puntos.


Este lunes, 29 de Mayo, los maestros empezamos tímidamente nuestra racha de privilegios, y es que se inaugura el tramo finalísimo del curso, es decir, la jornada continua (que algún día sueño con que se extienda al resto del año, como en Andalucía). Cuatro horas por la mañana y a tomar por el saco hasta el día siguiente.
Pero el lunes empieza también una nueva idea que se me ocurrió el otro día de repente -repito, como dije en un post reciente, que las buenas ideas se me ocurren así, muy suddenly oypordios quéguay-: el carnet por puntos. Como mis alumnos no conducen, lo voy a aplicar a su comportamiento. Sé que suena algo déspota y radical, pero es que de los diez niños que tengo, los únicos más o menos normalitos son cuatro; vamos, que en términos relativos, mi clase es muy conflictiva, aunque claro, como tengo diez niños sólo, se te escojonan poco y mal.
He colocado un cartel en una pared. Salen los nombres de todos ellos y debajo de cada uno un cuadrado sujeto con plastilina; tienen siete puntos todos de primeras.
Éstas son las normas:
- Con siete puntos, se entra al final del día en el sorteo de las tres películas que les traigo desde la Biblioteca Pública de Zaragoza. Quien tiene la suerte de llevarse una, tiene la tarde para verla y la tiene que devolver al día siguiente. Las que están en vídeo hay que traerlas rebobinadas o por muchos siete puntos que tengas te estará prohibido coger otra la próxima vez. (Aprovecho para llevarles cosas que sé que no han visto, como Los Goonies, Indiana Jones o Lucky Luke, y me vienen contando que están superbien, claro).
- Si durante varios días no estudian o se olvidan de hacer correctamente su cargo (abrir las ventanas al salir al recreo, borrar la pizarra, regar a Happiness -la alegría que llevé al aula hace unas semanas-, etc.), pierden un punto. También si en varias ocasiones no me obedecen o insultan.
- Cualquier acción violenta tiene la pena máxima, dos puntos.
- Si bajan de siete a seis puntos, les mando una copia. Método tradicional e ineficaz, pero simbólico.
- Bajar a cinco puntos supone que la semana siguiente, si le toca al infractor el cargo de encargado -que es el jefe de la clase cuando no estoy yo-, no podrá hacer de tal.
- Bajar a cuatro significa que elegiré yo el cargo que me dé la gana para el infractor.
- Quedarse con tres puntos implica que el hijoputa del profesor te va a mandar una de deberes que te vas a cagar.
- Si ya sólo te quedan dos, cuando se junten las aulas de infantil y primaria a ver una peli, el profesor te mandará a suertes una tarea que seguro que es mucho menos entretenida.
- Y si se queda con uno, el infractor no tendrá clase de Educación Física -lo cual jode mucho, porque son clases divertidas que nada tienen que ver con las de antes, que eran Gimnasia mayormente-.
- Y buenoooo como te quedes sin puntos... porque eso implica una falta leve de comportamiento de las que se indican en el reglamento del colegio. Varias faltas así pueden dar lugar a la larga a una expulsión...
- No nos olvidemos de que vamos a ser todos muy buenos y debemos preguntarnos: ¿hay puntos extra para quienes se comporten bien? ¡Sí, Jorge no es tan cabrón! Cuesta conseguir el octavo punto, pues un punto se gana o recupera con una semana entera de buena actitud; pero de conseguirlo, se le da a elegir al agraciado entre, siempre durante un día, decorar la clase con sus dibujos, usar internet en el recreo, traerse un juguete para el recreo, quedarse dentro del aula durante ese rato con un compañero a elegir para jugar a algún juego de mesa -en plan sala Vip de Gran Hermano- o poder usar los columpios, vetados por hinchazón de ovarios de mi compañera. El octavo punto se pierde en cuanto se usa ese privilegio, y si no lo usas, eres tonto porque no hay noveno punto.
Veremos qué resultados tiene el invento. Hasta aquí por hoy Radio Metodologías.

jueves, 25 de mayo de 2006

Ellos y tu autoestima

Encontré el siguiente artículo en el número 56 de una revista deportiva llamada Freestyle. Contiene una indicación regocijantemente inesperada. Por Dios si me deshuevé.

Consejos para hacer que crezca tu autoestima:
1. Identifica tus puntos fuertes y los que te hacen singular. Realiza actividades que involucren esas habilidades.
2. Refuerza lazos afectivos con personas que te valoran. Evita las relaciones negativas e hipercríticas.
3. Incrementa tus niveles de autonomía.
4. Pregunta cómo te perciben las personas más cercanas.
5. Mejora tu calidad de vida: deja de posponer tu hora con el dermatólogo, hazte ese corte de pelo que siempre te ha gustado, intenta rebajar el tabaco.
6. Inicia una actividad deportiva y de ocio y practícala regularmente.
7. Establece metas a corto, medio y largo plazo.
8. Revisa tus cuentas pendientes y sanéalas.
9. Identifica los problemas de posible solución y trata de arreglarlos. Los imposibles déjalos atrás.
10. Arregla tus cuentas afectivas. Di eso que nunca te atreviste.
11. Deja de hablar del clima, habla de ti y pregunta por los demás. Comunícate.
12. Escribe al final de cada día una cosa que hayas hecho bien, un pequeño éxito, un detalle agradable.
13. Perdona a tus padres.

martes, 23 de mayo de 2006

Viendo Gentuza de un modo distinto


Increíblemente, éste es el segundo post que se desarrolla sobre la cinta de correr de mi gimnasio. Mientras la uso (andando, no corriendo, porque me dedico a utilizar un programa que consiste en aumentar progresivamente el porcentaje de inclinación de la cinta), tengo delante ocho televisores con varias cadenas de televisión. En lugar de usar los auriculares que incorpora la máquina para seguir el canal que yo desee, me llevo mi mp3, que me ayuda mejor a sudar con ánimo y marcha.
Hoy he tenido la oportunidad de ver Gente, programa genuino que pone la Primera a las ocho o´clock. Han empezado a salir casos a cual más raro, macabro y salvaje. Uno de ellos, un ciclista atropellado por un coche; otro, una madre y su hijo saltando al vacío por un balcón para no morir presos de las llamas –se me han retorcido las tripas-; y así cada cual peor.
Sin duda ha resultado una experiencia sin igual asistir a ese espectáculo de imágenes mudas cuya banda sonora residía en canciones chunda-happies de mi mp3; "chundachunda, tralaláaaa, una madre ahoga a sus dos hijos en la bañera, I´m loooooking through my windoooooow, luego se tira del sexto y no se mata, what about the suuuuun you make shiiiiiine, señoría, yo es que no quería dejarlos solos en este mundo; I´m bluuuuuuue, dabadíiiiii dabadáaaaaa, hallan un feto de cinco meses en la basura, haaaaaard roooock, hallelujaaaaaah."
Yo me lo he pasado pipa, pero por dios, ¿qué programa es ése? Pensemos en los putos críos y en la alegría vital que con suerte le queda a su presentadora. Gente no, sólo gentuza parece que hay suelta por ahí después de ver semejante cosa.


domingo, 21 de mayo de 2006

La zona libre del código da Vinci


Sin tenerlo planeado, he ido al cine dos veces este fin de semana. Primero fui a ver Zona Libre. Se trata de una película que se desarrolla en Jordania y en la zona libre que hay al lado. Los personajes y los acontecimientos tienen significados metafóricos, de ahí que al mismo tiempo que lo que sucede a lo largo de la película me pareciese escaso e insuficiente para resultar atractivo, me quedase con la sensación de haberme perdido algo; eso unido a que la música me gustó, y mira que es repetitiva, y a que la crítica la ha puesto muy bien, sobre todo por su guión –contradiciendo mi opinión-, ha hecho que la película no me haya dejado indiferente. No me atreveré a recomendarla, pero si alguien va a verla, escucharé su opinión ansiosamente. Por cierto, la protagoniza Natalie Portman (en el centro en el fotograma de la película), con un papel que le pega tan poco que afortunadamente no supe qué otros papeles había hecho hasta después de ver la peli.
Y después vi, cómo no, El código da Vinci. Hay que empezar por decir, como es de esperar, que lo que hay que hacer es leerse el libro. Pero tanto para quienes lo habíamos leído como, supongo, para los que no, se trata de la típica película entretenida que te mantiene en vilo las dos horas y pico que dura. Personalmente había olvidado buena parte de la trama salvo aspectos fundamentales, así que la disfruté más de lo que podía esperar. Los comentarios que se han escuchado diciendo que es infumable provienen de la crítica profesional, que no la puede calificar de otra manera al encontrarse con una trama lineal compuesta de puzzles y situaciones de peligro y personajes cuya personalidad reside en pensar rápido para escapar. Sin embargo, el libro era así, pues tenía en sí un desarrollo muy cinematográfico, por lo que, teniendo en cuenta que la gente va a ver cómo se ha llevado el libro a la pantalla, dudo que resulte tan decepcionante como se ha dicho. Puede, eso sí, que en una película quede peor tanto comentario histórico y dilucidación fantástica minuto tras minuto.
¿Puedo conocer vuestras opiniones?

viernes, 19 de mayo de 2006

¿Por fin realmente laicos y europeos?


A modo de pequeña primicia, os comentaré que nos está llegando a los colegios una encuesta de la DGA acerca de qué nos parecería al profesorado lo siguiente: tener una semana de vacaciones a finales de octubre -que quizá se mantendría para pilares dada la importancia de estas fechas-, dos semanas para navidad -que no deja de ser lo mismo- y una semana entre febrero y marzo. Lo que se propone, en definitiva, es que haya siete días al menos de descanso a mitad de cada trimestre; eso se practica en bastantes países europeos y responde a la realidad, injustamente valorada por las personas ajenas al mundo de la educación, de que los que nos dedicamos a ello vivimos estupendamente: y es que tres meses seguidos sin una oportunidad para desconectar de los niños, como ha ocurrido este año de enero a abril, acaba con la moral de cualquiera. El cambio más significativo, de hacerse realidad esta propuesta, sería el de que quizá esa semana a mitad de febrero sustituiría a la semana santa. ¡¡A tomar por el saco las fiestas santas!! ¡¡Bieeeeeen!!
Eso sí, la encuesta no dice nada acerca de las consecuencias de esos cambios, pues si por ley hay algo así como 170 días lectivos por curso, al haber una semana de fiesta en cada trimestre, esos días se descontarán de otros sitios... así que por otro lado, cuidadito con lo que nos puede esperar para el próximo curso, como empezar en plan 5 de septiembre ya con los niños o alargar el fin de curso hasta que el mercurio termometril no quepa de gozo en el tubito.
Considerando que el concepto de los derechos (entre ellos el de participación) de los alumnos y de los padres se ha extendido de tal modo que ahora son casi más ellos los que son temidos por el servicio provincial de educación a la hora de designar el calendario escolar, dudo que osen modificar tanto el tema como para tener a media Aragón cagándose en sus muelas. Pero sin duda sería algo fantástico poder relajarte un poco en momentos determinados durante el curso, revisar cómo vas con la programación de contenidos y... de paso poder pillarte un viaje en temporada baja.

miércoles, 17 de mayo de 2006

Liberando a Carmen Posadas.


La dama de la foto es Carmen Posadas. Si la pienso liberar no es porque me haya contado que es lesbiana y vaya yo a presentarle semejantas, ni porque se acabe de divorciar y necesite quemar sus deseos de fornicar salvajemente tras años de ver las mismas judías con tomate. Se trata de que, bookcrossing se le llama, hay una vitrina de metacrilato -palabra que muchos aprendimos en Vip Noche con Emilio Aragón- en la biblioteca que está cerca de mi casa en la que uno puede dejar a su aire libros o bien apropiarse de alguno que se encuentre. Me leeré las Pequeñas Infamias de la citada dama, premio planeta 1998 -con lo poco que eso habla a su favor- y lo dejaré en cualquier parte del mundo mundial para que quien quiera que lo encuentre pinche en la web www.bookcrossing.com y, como he hecho yo, deje el número clave del libro para indicar que está en nuevas manos.
Eso sí, como en lugar de pequeñas infamias sean infamias basura, pienso liberar el libro a patadas o desde un tren, por mis cojones.

domingo, 14 de mayo de 2006

Yo bloggeé, yo bloggeo, ¿yo bloggearé?


Tener un blog o una variante cualquiera implica reflexionar acerca de las obligaciones que conlleva. Supone contar algo. Supone buscar una foto adecuada. A cambio, la gente lo lee y te hace sus comentarios, lo cual, en ocasiones, sirve para mantenerte en contacto con los amigos, aunque sea in a potato way.
¿Cómo concebir la relación entre nuestro blog y nosotros mismos dentro de, por ejemplo, quince años? ¿Seguiremos manteniéndolo o lo habremos dejado? ¿Seremos capaces de encontrar cosas medianamente interesantes o divertidas que decir? Observando mi modo de actuar y el de los bloggeros que conozco, se deduce que el asunto no es sencillo, y que a menudo caemos en decir poca cosa o en espaciar cada vez más nuestras intervenciones.
Quizá sea cuestión de diseñar un plan estratégico: actualizar el blog cada tres o siete días, encontrar un tema que nos dé de sí ad infinitum, utilizarlo como punto de venta de productos -aunque dudo que sea legal-... ¿Alguna idea más que se os ocurra?
Creo que hay un punto clave: que de la misma manera que necesitamos ver a la gente en persona para seguir sintiéndonos vivos, hace falta observar visitas frecuentes para sentir ganas suficientes de continuar.
Así que, ¡a ver quién sigue blogging que te blogging para el 2020!

sábado, 13 de mayo de 2006

Mucha atención, por favor: poema trascendente.

Atentos, atentos:
se anuncia
que la dama boba
ha robado una escoba.
Si la veis, perseguidla;
no, no le deis coba,
que si le dais coba,
la boba, que no es boba,
cogerá la escoba
y se irá. Y si la roba,
aparecerá un trova-
dor y le dará una ova-
ción. Sí, a la boba,
a la estúpida dama boba.
¡Y no es la primera vez, qué va, que una cámara de televisión demuestra en un juicio que roba!
La dama boba
es fan de Meteoronova,
de Martina Navratilova
y de Pumuki.
De modo que la madame boba,
si se va con lo que ha roba-
do, ya tendrá la escoba,
el kit de Meteoronova,
la raqueta de Navratilova
y el muñeco de Pumuki. ¡Joroba
con la dama boba!
Con todo lo que roba
ya podrá comprarse un chalet.
Qué morro.

jueves, 11 de mayo de 2006

Hoy tengo un montón de cosas que contar.

Pero cuando iba a empezar me han entrao ganas de cagar.

lunes, 8 de mayo de 2006

Consecuencias (o estrés de ideas) (II)


A raíz de lo comentado en días anteriores -y siento lo perdidos que andarán determinados energúmenos que visitan menos este blog que las iglesias-, hoy, que por cierto no he ido a trabajar porque es fiesta en el pueblo, he aprovechado para ir a Calatayud a matricularme en primero de francés en la escuela de idiomas.
Resulta alucinante que, de este modo, esté comenzando la casa por el tejado, pues ni siquiera tengo piso en Daroca, pero claro, hoy terminaba el plazo para francesear el próximo curso y era hacerlo o no hacerlo.
Dos cosas, una negativa y otra positiva: la primera es que va a resultar que el domicilio laboral quizá no me otorgue puntos para la ee. de ii., porque parece que no entra en su zona (o sea, que se supone que me corresponde la de Zaragoza, increíble pero cierto), y ello supone que el 9 de Junio puede que me entere de que no haré francés; la buena es que me ha llamado Sergio, el profesor de música de mi cole, y sonaba bastante plausible que pueda convivir con él el próximo curso en Daroca, así que el tejado ha caído finalmente sobre suelo más o menos estable. Sergio, por cierto, es heterosexual y no de mi tipo, con lo cual, a pesar de ser varón, promete ser un compañero no inconveniente ni potencialmente problemático a nivel afectivo.
Parece que cobro comisión por nombrarlo, pero Eduard Punset, el presentador de Redes, tiene mucha razón cuando dice en su último libro que muchas veces, cuando llevamos a cabo una idea, no es necesariamente porque la hayamos razonado concienzudamente, pues una determinación no se toma de modo tajante con el consciente o con el inconsciente, sino básicamente porque emocionalmente nos implicamos en ella y nos resulta atractiva. Va a ser que sí.

domingo, 7 de mayo de 2006

Descripción de una ablación.

Ana se encuentra en su casa. Es una muchacha de trece años de cara rosada y mandíbula pronunciada. Quiere coger una madalena, pero su abuela está entre el armarito de las chucherías y ella. ¿Qué sucede en el cerebro de Ana? Piensa: “Quiero una madalena, pero antes debo conseguir que mi abuela se aparte”. Para ello, Ana debe poner en marcha su aparato fonador. Se limitará a emitir una frase sencilla, básicamente porque su abuela no oye bien y resultarían inútiles los circunloquios.Ana, por tanto, actuará como emisora de la frase; desea que su abuela deje de impedirle alcanzar el alimento, de modo que deberá transmitirlo a la anciana señora a través de las limitaciones de su idioma. La emisora piensa brevemente las palabras. Cuando las lance, la señora mayor actuará de receptora. El canal, el medio por el que el mensaje será transmitido, es el aire. Puede haber ruido, o interferencias que impidan la clara transmisión de la información; podríamos clasificar como ruido la sordera de la abuela o los sonidos que llegan de la calle. Empero, Ana dice por fin “Abuela, aparta, que voy a coger una madalena” y la señora la escucha y ejecuta la acción sin rechistar. Ana ha ablado: hemos asistido, pues, a la puesta en práctica del acto lingüístico básico.

viernes, 5 de mayo de 2006

Consecuencias (o estrés de ideas)


Ayer comentaba que se confirmaba que me quedaba dos años más en el mismo pueblo trabajando. Pues bien, hoy la administración educativa ha admitido que se han encontrado veinte errores en la adjucación de destinos y que la publicación definitiva en el BOA de los mismos se retrasará una semana. No es que me plantee que finalmente pueda cambiar de centro, pero quería dejar constancia de tanto vaivén.

Asumido pues que estaré dos años más en el mismo colegio, se me ha pasado por la cabeza lo siguiente: quedarme, el curso que viene, entre semana en Daroca. Cae a diez minutos de mi pueblo, tendría gimnasio (y más barato), estaría en "mi segunda casa" a las cinco de la tarde y, como tendría que madrugar sólo a las ocho y media dado que me ahorraría la hora de coche, dispondría en definitiva de mucho más tiempo cada tarde. Por si eso fuera poco, mis frustrados intentos de entrar en primero de francés en la escuela número 1 de zaragoza se convertirían, o diría se convertirán, pues estoy bastante convencido de todo lo que estoy diciendo a pesar de que no hace ni cinco horas que se me ha ocurrido, en hechos, pues he llamado a la escuela de idiomas de Calatayud (que cae relativamente cerca de Daroca) y me han informado de que seguramente no tendría problemas para entrar en primero.
Y por si todas estas ventajas no fueran pocas, en Daroca se organizan a veces cursos chulos de baile y, lo mejor de lo mejor, ¡¡al tener más tiempo, podría matricularme en un porrón de asignaturas de Antropología!!

Si el curso que viene vivo entre semana en Daroca, ésta sería la diferencia de horario:
- En la actualidad me levanto a las siete y regreso a las seis y media.
- El año que viene se modificará el horario de mi centro y por las tardes saldré media hora antes, es decir, a las cuatro y media. Podría levantarme a las ocho y media viviendo en Daroca y estaría de vuelta a las cinco.
Por tanto, de disponer de unas cinco horas de ocio diarias este año, el curso que viene tendré ¡¡siete y media!! Dos horas y media más por día, lo cual, de lunes a viernes, suma doce horas y media.

Aunque así escrito todo suena muy bonito y muy ideal, el caso es que sólo las ideas de poder estudiar francés de una puta vez y de que quizá pueda sacarme Antropología Social y Cultural en dos o tres años y no en ocho o nueve como tenía pensado, ya valen su peso en oro.

¡¡Qué ganas tengo de que empiece el curso que viene!!
Bueno, ya está, ya me he pasao.

jueves, 4 de mayo de 2006

Piezas.


A piezas se ha quedado hoy el segundo coco que he roto a martillazos ante los niños de Infantil. Escojonaos cuando he vertido el líquido en un vaso y les he dicho que el coco se estaba haciendo pis. Ha salido bueno el coco -aplauso y medio para Sabeco- y les ha gustado al setenta por ciento de los niños.


De una pieza se han quedado los mayores, los chavales que llevo yo, cuando han pisoteado unas baldosas recién puestas con cemento fresco en el recreo y Jesús, el de educación física, les ha echado la bronca.


He podido encajar otra pieza más en mis proyectos, ya que el concurso de traslados es ya definitivo y es del todo seguro que seguiré dos años más en el mismo pueblo y que tomaré la dirección del centro.


Y de una pieza me he quedado cuando he descubierto que la renta me sale a devolver este año. Una mierda, pero a devolver.

miércoles, 3 de mayo de 2006

Soy tu hombre por narices.


Se ha hecho un experimento en el que cuarenta mujeres olieron camisetas que varios hombres se habían puesto para dormir durante una noche. El resultado demostró que el olor que cada mujer prefería pertenecía al hombre cuyos genes garantizaban que la posible descendencia tuviese los menores problemas posibles en su desarrollo.

Así que, queridas lectoras: si queréis tener hijos sanos y fuertes, no os dediquéis a andar por ahí buscando tíos buenos, que con que sus feromonas os huelan bien vais que chutais. Dejadme a mí los que tengan mal aroma, que ya veré qué hago con ellos.

A la camita.


Me levanto a las siete o siete y cuarto de la mañana para ir a trabajar.
Esta noche, quién sabe por qué, he estado en la cama dando vueltas desde las once y media y no he podido dormirme. Y ya veis qué hora es y aquí estoy, esperando a que me entre el sueño hasta que no pueda más. Menudo día me espera mañana, con lo que me afecta a mí dormir mal...

lunes, 1 de mayo de 2006

Babeando.


Esta mañana he ido al gimnasio.
Estaba en la parte de abajo haciendo unos ejercicios. Ha bajado por las escaleras un hombre bastante alto que llevaba el uniforme del CAI. Yo ya sabía que el equipo de baloncesto entrena a veces en el gimnasio, así que la sorpresa no ha sido muy grande.
He subido al piso de arriba y de repente, cuando estaba en la máquina del jalón invertido, me he visto rodeado de nueve morlacos a cual más alto, dos de ellos English speakers y negros. Andaba yo ya terminando, pero de repente se me han ocurrido multitud de ejercicios que me apetecía hacer: lumbares, un poco de pectorales...
Cuando estaba en una máquina haciendo dorsales, uno de los jugadores, que había estado sentado hasta ese momento en otra máquina cerca de mí, se ha levantado y madre de Dios, era más alto que la propia máquina en que estaba. Esa escena pasará a formar parte de mi repertorio masturbatorio.
Uno de los jugadores, que a veces lo he visto en los periódicos, uno canoso de 35 años o así, se me ha quedado mirando varias veces, y de hecho me ha pillado despelotándome en el vestuario y me ha vuelto a mirar. ¿Tendré alguna posibilidad? ;)
Me lo he pasado pipa, pero ay, en el fondo, que se me pongan a tiro tíos que me dan tanto morbo es insano...