EN NEGRO
Nunca hay baños de luna
que no aceleren el tiempo.
desde arriba, extraen los pensamientos
y, sabedores de que los testigos duermen,
los arrastran para sí entre las horas.
Dicen que los bosques son los únicos
que pueden resistirlos; dicen también
que desde antaño confabularon
con el sol, verdadero artífice de los hilos.
No así tú.
Vaciado de tu pensar, la esfera
ha entornado sus saetas para que,
por sorpresa,
caigas con buen pie, tras tropezar,
a años de distancia de quien eras
cuando decidiste observarla
en el silencio de tu intimidad.
Esos baños de luna, engordados
por ti y por otros quienes,
desean serlo de estrella. Por eso
nunca dejarán de buscar la luz
de quien la ofrezca:
ignoran que la oscuridad siempre respira.