viernes, 29 de junio de 2007

jueves, 28 de junio de 2007

010

Éste es el teléfono al que hay llamar en Zaragoza para que pasen a buscar a las once de la noche muebles de los que nos queremos desprender. El otro día dejé en el portal un somier y un mueble para la tele que ya no me servían; llamé con veinticuatro horas de antelación y esa noche pasó un supercamión a por ellos.

Por fin podré utilizar el cuarto del fondo, que hasta ahora permanecía oculto e inútil tras el sofá del salón. Preveo rellenarlo con estanterías y, quizá, algún aparato muscle-friendly.

lunes, 25 de junio de 2007

(y II)

Siguiendo con el tema de los pisos y las hipotecas, que prometo dejar por un tiempo, justo ayer vi un pequeño reportaje sobre el tema. Decían que los pisos, según algunos estudios, descenderían a medio plazo entre un cinco y un ocho por ciento su precio. ¡Descenderían! Comentaban que en los últimos tiempos los bancos y las inmobiliarias empezaban a ser conscientes de que el negocio se estaba acabando, pero había habido un complot por su parte para silenciarlo, ya que está claro que son los principales beneficiados de todo este tema: las inmobiliarias por las ventas y los bancos por los préstamos, que realizan tanto a las inmobiliarias para que construyan como a cada uno de nosotros, oh, pardillos, para que nos metemos a una hipoteca casi de por vida.

Acto seguido aparecía una mujer entendida en el tema que afirmaba que lo lógico es que una persona dedique como máximo el treinta por ciento de su sueldo a pagar la hipoteca, ya que de excederse en esa cantidad dejaría inmediatamente de poder disfrutar de otros servicios. Si tomamos un sueldo de mil quinientos euros, el treinta por ciento es cuatrocientos cincuenta euros; no hace falta que añada más comentarios.

jueves, 21 de junio de 2007

Diabetes se pregunta...

...si no saldremos beneficiadísimos quienes hemos decidido no meternos en una hipoteca para comprarnos piso. Ya conozco personas a las que, euribor mediante, la cosa le sale por unos mil euros al mes. ¡Y así hasta el año dos mil treinta y cinco o así! Yo antes tengo un hijo que meterme en semejantes historias.

Teniendo en cuenta la cantidad de gente que se ha comprado piso en los últimos años, ¿no tendremos los demás, a medio o largo plazo, pisos baratísimos para vivir alquilados e incluso en propiedad?

Veré a ver qué me dice el tarot... :P

lunes, 18 de junio de 2007

¡Acción!




Vuelvo a escena. Es decir, vuelvo a tener vida social y a estar presente no sólo bloggeramente sino en persona. Ha sido un mes y pico HORRIBLE estudiando antropología, francés e inglés, y esperemos que con algunos frutos. No sé si cierta saturación mental, que me ha llevado al punto de quedarme con cara de tonto al día siguiente de terminar todo (como cuando dejó de emitirse Gran Hermano 1), ha conseguido que durante unos días esté durmiendo bastante mal. De hecho, el viernes ocho habría salido si no hubiese sido por una necesidad somnífera del copón, dicho así con la alegría castellana que nos permite esta España nuestra. Pues bien, parte del aliciente de que se aproximen las vacaciones y de que mis queridos niños se marchen de vacaciones el jueves 21 es que me tomaré prestado el proyector del centro y... ¡a ver pelis en tamaño elefante!



No olvidéis que tenemos pendientes varios cinefórums; tengo películas como Saw 3, Los otros, Experimental Films (una alemana expresionista que vi hace años en la filmoteca), La noche de los cristales rotos (mil gracias a Jb por haberme hecho saber que esta peli existía), Ensayo de un asesinato, Ser o no ser y espero que pronto Testigo de cargo, amén de las que podáis poner vosotros y nuestras bibliotecas públicas que tan alegremente subvencionamos.



Las palomitas, que sean lights, please, I wanna keep fit.

jueves, 14 de junio de 2007

Diabetes se pregunta...



¿Cada cuánto tiempo hay que lavar unos pantalones?

lunes, 11 de junio de 2007

Se levanta el telón...

...y aparece una señorita.
Se baja el telón y cuando se vuelve a levantar, la muchacha yace en un charco de sangre que nace de su cráneo reventado por una bala.
Se baja el telón. Se vuelve a levantar y al lado de la chica hay dos heces.
Cuando se baja el telón y se vuelve a levantar, pueden verse tres heces.
Y después de bajarse y volverse a subir, hay ya cuatro heces sobre el escenario.
¿Cómo se llama la película?

jueves, 7 de junio de 2007

If I could turn back time.

El tema de volver atrás en el tiempo me seduce cuando pienso en los estudios y en el trabajo. Quizá, de volver a tener diecisiete años, las limitadas posibilidades económicas de mis padres volviesen a suponerme un escollo, pero en principio, eso aparte, sé que mi vida se encaminaría en otro sentido. Querría irme a madrid a estudiar comunicación audiovisual, o a la escuela de teatro; o, seguramente ahora con más madurez, me lanzaría a hacer turismo o a hacer traducción, una vez que observo -si a rakeltwo no le parece mal este momentáneo exabrupto inmodesto- que tengo ciertas aptitudes para los idiomas. Posiblemente, de poder volver a elegir carrera, me decantaría por una de estas dos opciones, pues se me cae la baba cada vez que me comunico con éxito con alguien que no sabe hablar español, sobre todo si es oralmente y no por escrito.

Con esto no pretendo dar a entender que esté descontento con mi trabajo, pero seguramente habría sido en trabajos relacionados con esas carreras donde podría haberme sentido más realizado. Tener ahora una plaza es un placer y una tranquilidad, y dudo que un día me atreva a dejarla, pero vaya, nada es descartable...

lunes, 4 de junio de 2007



Encontré el otro día un pequeño consuelo ante la ya comentada sensación de pequeñez que uno siente cuando presencia el despliegue cultural de algunos concursantes. En Saber y Ganar, presentado por el clásico Jordi Hurtado, concursaba por segunda vez María Siguero. La mujer parece ser capaz de poder escribir cinco enciclopedias con tal de que le dejes un boli y folios y un poco de tiempo. Sin embargo, cuando llegó a la prueba de la calculadora, se las vio y se las deseó -hasta el punto de fallar estrepitosamente- ante ejercicios mentales del tipo veintidós más diecisiete o cincuenta y nueve menos catorce. "Los números no son lo mío", reconoció después.
Pues hija mía, ya nos das menos asco, qué quieres que te diga.

viernes, 1 de junio de 2007

¡Suerte!

Casi todas las empresas humanas están entregadas en buena medida al azar. Generalmente el afán solo no basta. El acierto es una mezcla de esfuerzo y suerte. Por eso la costumbre de desear a alguien buena suerte no es una forma cortés de recordarle su incompetencia.


Del ensayo Ética de la hospitalidad, de Daniel Innerarity.