miércoles, 29 de octubre de 2008

La fieshta.

Este anuncio, que muchos encontraréis quizá ñoño, a mí me gusta. Me transmite lo que permite transmitir -amén del producto en sí, claro-: positividad, seguridad. Eso que a veces tanto nos falta.
También consigue que me ratifique, por cierto, en mi decisión de no ponerme aparatos: no voy a ninguna fieshta, pero... ¡he decidido que no los necesito!

jueves, 16 de octubre de 2008

Destino de la escapada.



Un servidor desvela por fin
que Exeter fue su destino,
y de paso Plymouth, Exmouth,
y la enorme Bristol.
Alojado por Brian y su familia,
han sido días divertidos,
inolvidables, distintos.

Prueba de haber estado allí,
amén de mis postales,
es la foto, en la que finjo conducir
yendo en la derecha del coche.



miércoles, 8 de octubre de 2008

Escapada.

Cuando leáis esto, Diabetes ya no estará en Zaragoza. Se habrá ido de vacaciones a algún sitio con Brian, un chico inglés. ¿A dónde? Pues puede que a...:
1) Francia. Brian y yo hemos encontrado vuelos baratos desde nuestras respectivas ciudades, y allá que vamos a destrozar el idioma.
2) Galicia. Brian desea conocer mejor España y yo tampoco conozco esa comunidad autónoma, y allá que iremos en mi coche.
3) Gran Bretaña. Brian ha querido que conozca su ciudad, Exeter, y me ofrece alojamiento.
4) Islas Canarias. Cinco días es el tiempo ideal para relajarse en unas islas, con entretenimientos planeados que garantizan diversión incluso con mal tiempo.
5) Luxemburgo. Brian tiene una amiga allí y nos alojará a ambos, a la vez que nos hará de fantástica guía.

Si quieres recibir una postal desde donde quiera que me he ido y todavía no me has dado tu dirección, envíala a chaskatraska@yahoo.es





sábado, 4 de octubre de 2008

Berlín (III): conclusiones.

Fui a Berlín un poco de rebote. Me lo propuso Carolina y me acoplé, pues pasar todo agosto sin ir a ningún lado me apetecía bastante poco y seguramente, igual que a Grecia, tampoco habría ido a Berlín por mi cuenta.
¿Merece la pena visitar Berlín? Tengo la respuesta más clara que para el caso de Grecia:
- En Berlín hay tiempo para todo: para ver edificios antiguos, para ver otros modernos inmensos, para encontrarse osos cursis a todas horas...


- Para mi sorpresa, no es una ciudad cara. O quizá es que en España los precios han subido tanto que entonces Berlín ha dejado de parecérnoslo... Encontramos un lugar para desayunar donde por cuatro euros aproximadamente me tomaba un tazón gigante de leche manchada, una cookie y un bocadillo vegetariano consistente. Hay restaurantes para todos los gustos -tradicionales, cadenas de restaurantes- y para todos los bolsillos; guardo un gran recuerdo de un puesto callejero donde unas simples salchichas con algo de curry me supieron a gloria:


- No sabría explicar muy bien por qué, pero una de las visitas que más nos impresionó, quizá por haber ido sin especiales expectativas, fue el estadio de los juegos olímpicos del 36, inaugurados por nuestro archiconocido Hitler:


- Probablemente lo más atractivo de la ciudad reside en que, por un lado, las calles son avenidas enormes que permiten casi siempre tener vistas a gran distancia del lugar donde uno se encuentra. Personalmente, ciudades donde abundan las aglomeraciones de altos edificios excesivamente juntos, como Madrid, me agobian. Por otra parte, es una ciudad cosmopolita; y finalmente, por lo anteriormente dicho, se pueden obtener fotos de entornos diversos, como ésta al lado de uno de los muchos palacios que visitamos:


- Por último, está claro que hay cosas interesantes, como el muro de Berlín o los puntos donde se encontraban los límites de las zonas bajo el gobierno de distintos países. Tampoco se queda atrás, al menos en cuanto a original, un museo en memoria al holocausto judío, cuya mera estructura conforme uno se pasea trata de provocar agobio y desorientación:


Merece la pena ir a Berlín. Cuatro o cinco días dan de sobra para ver las cosas más destacadas que uno puede encontrar en una guía sobre la ciudad. Además, se puede salir el fin de semana y encontrar mucha gente por la calle de madrugada.

Eso sí, el idioma me sigue pareciendo poco seductor.



FIN