sábado, 31 de diciembre de 2005

Bienvenidos, queridos post-modernos


Después de quejarme, de sollozar, de decir que no, que tener un blog es una mierda... me he lanzado a comenzar uno. Creo que se trata de uno de esos actos impulsivos horribles, debido éste a que ayer salí hasta las one hundred and two o´rror in the morning y los neurotransmisores se me empanan cuando he dormido poco. Así pues, disculpen ustedes si encuentran incoherencias, faltas de orografía o Byly: no se preocupen, todo habrá sido involuntario y sin lanolina.

Mis razones para NO hacerme un blog, como debatí con Fabio hasta hace escasas horas, eran básicamente la sensación de pérdida, de huida al vacío, de todo lo que se escribiera en una web. Espero y deseo que cualquier cosa mínimamente ingeniosa que se me pueda ocurrir acabe debidamente pasada a papel y encuadernada, como mandan los cánones titánicos, y no perdidos entre un mar de sandeces bloggeras como las que escriben el 99% de los internautas.

Hoy me limitaré, ya lo ven, a levantar el telón y a rogarles que, por favor, olviden su salud, la cultura, los 50000 niños muertos diarios, la capa de ozono... ¡¡y visiten esta página para hablar de lo que quieran! Seguro que mi traje de joker, mi bastón despótico y mi encantadora sonrisa les motiva para ello.

Hagan el favor de comer esta noche hasta reventar y de tirar las sobras por las ventanas. ¡¡Un día es un día!!