Cambiando de tema, el curso ha terminado hoy. Hasta el último momento he estado recogiendo el aula, todavía ignorando si estaré en la misma el curso próximo cambiando el cartel de 1ºB por el de 2ºB o si bien me tendré que mover. Por supuesto, seguiré con el mismo grupo, al que se añadirán algunos alumnos repetidores y alguno nuevo. Cabe destacar algo que me inquieta sobremanera: un alumno al que había tomado mucho cariño se va a otro colegio porque su domicilio está algo lejos del centro; y le había tomado tanto cariño que tenía muy claro que lo habría adoptado... y hablo literalmente. Eso no quita para que siga prefiriendo mi tiempo de ocio libre de niños, por supuesto.
Un cambio a mejor sin duda estar en este colegio. Estoy en mi salsa dando tantas horas en inglés, las familias de mis alumnos no han dado el más mínimo problema (todo lo contrario), dicen estar muy contentas conmigo y la relación con los compañeros es estupenda: inolvidable el primer trimestre, la llegada de treinta y pico profes desconocidos y el entusiasmo de empezar de cero.
Hoy comienzan para mí las vacaciones y procuraré que, entre viaje y viaje -atentos al blog-, éstas no pasen tontamente delante del ventilador. El calor no debe vencerme.
2 comentarios:
Joer! eres de una sinceridad pasmosa! Me encanta! ^^
Hay personas, y esto me hace mucha gracia, que cuando vuelven de un viaje, o de una excursión, o de una exposición, o de ver una peli que ni fu ni fa (desde mi punto de vista, claro está) suelen decir...vale la pena ir!
No sé si lo dicen porque realmente no son críticos en sus opiniones o porque les da rabia haberse gastado el dinero en ello para luego no poder decir que ha molado.
Tal vez digan la verdad y la explicación sea que se conforman con poco.
En cualquier caso, siento lo de tu viaje-tostón. El siguiente será mejor.
Realmente no puedo imaginar un sitio más aburrido que Dublín (y eso que al menos había bares los días de marcha). Así que... a viajar sin miedo.
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