21 de Julio de 1938
Querido diario:
He descubierto que soy una puta judía. Llamarme Anne Frank ya me delataba, pues es indudable que la n con la k están diciendo que soy judía a gritos. Ahora la cosa va de culo, porque los nazis pueden pedirme el dni y llevarme a un campo de concentración en un plisplás. Y no lo necesito, puedo leer en cualquier lado por mucho ruido que haya.
(Se trata de un monólogo interior. Se encienden los focos y vemos a la chica. Es mucho más fea que como se la habrán imaginado los lectores).
Anne: Menos mal que tengo este diario para evadirme. En él relato todo lo que se me viene a la cabeza. Descubrir que se es judía es duro, porque de repente percibo que mi nariz es aguileña y que he sido racista conmigo misma hasta ayer. Pero me consuela estar enamorada.
(Entra en escena Karloff).
Karloff: Hola, Anne.
Anne: Hola, Karloff. ¿Cómo estás?
Karloff: Bien, Anne. ¿Qué haces?
Anne: Nada, me has pillado en pleno monólogo interior.
Karloff: No jodas.
Anne: Sí. Achicharrá con los focos on the stage. Estaba a punto de contar que ando enamorada de ti y que como eres un puto nazi infiltrado y yo acabo de descubrir judías en mis genes, pues que ya ves qué plan.
Karloff: Bueno, pues no me lo reveles hasta el último acto.
Anne: Sí (dice la chica dubitativa). Vale.
(Karloff se marcha. El foco ilumina la estancia).
Anne: Ya que el foco ilumina la estancia, aprovecho para escribir mi diario. Ando enceguetá de rellenar hojas a la luz de la vela. Señor, ¿es incompatible el holocausto nazi con una puta bombilla? Vamos, sugiero.
(La madre de Anne, Anne, entra por la puerta).
Anne: Hola, Anne.
Anne: Hola, mamá.
Anne: ¿Te molesto? Veo que estás en pleno soliloquio.
Anne: Sí, mamá. Cómo me conoces. A veces me da escalofríos.
Anne: No te preocupes, no sé todo de ti.
Anne: Es un alivio saberlo. Mamá, ¿has recibido alguna carta?
Anne: Sí, aquí tienes (la saca de un bolsillo de su delantal). Es de Rudolph.
Anne: ¡Gracias! Ansío leerla.
Anne: Lo sé, cielo. Sé que estás enamorada de él, porque te cuelgan las pestañas.
Anne: Sí. Karloff me gusta más, pero es nazi y además acabo de descubrir...
Anne: Sí, cielo, lo sé.
Anne: ¿Ya sabías también que era judía?
Anne: Desde luego. Fui yo quien conquistó a Woody Allen. Además te he oído antes de entrar. De hecho, con lo que gritas, se te intuye lo que dices desde los camerinos.
Anne: Laostia. Me dejas crashed.
Anne: Es que soy tu madre. Hala, lee.
(Anne se marcha. Sale. Sorprendentemente, de nuevo por la puerta).
(Anne abre la carta).
Anne: ¡Rrrraaaaass! Querido público, hago la onomatopeya yo porque hay quien disfruta con el teatro leído, y todos tenemos derecho a comprender bien la acción. (Lee).
Anne: "Querida Anne. Gracias por responder al anuncio de contactos. Me encantó tu voz cuando decías que la mía te había gustado. Lamentablemente, soy gay. Perdón. Invertido. Que estamos en 1938. En fin, soy marica perdido, hablando en nazi. Eres tan lerda que ni buscas en la sección correcta. Postdata: judía de mierda."
Anne: Jo. ¡Mamáaaaaaaa!
(Entra la aludida) .
Anne: ¿Qué, hija?
Anne: Tienes la intuición maternal de un chorizo.
Anne: Oh, really?
Anne: Frankly.
Anne: Me enrojeces.
Anne: You´re welcome.
(Se marcha)
(De repente, suena una marcha turca. Entra Karloff y un actor anónimo embutido en una lata de Andy Warhol. Ambos adoptan una pose egipcia y, mientras la música continúa, tratan de resumir con gestos el Nuevo Testamento. Anne Frank muere de desidia y pegamento pero, sin embargo, no aplaude. Arde un sudoku).
(La obra termina. Se cierra el telón).
Anne: Ya no se me ve.
Querido diario:
He descubierto que soy una puta judía. Llamarme Anne Frank ya me delataba, pues es indudable que la n con la k están diciendo que soy judía a gritos. Ahora la cosa va de culo, porque los nazis pueden pedirme el dni y llevarme a un campo de concentración en un plisplás. Y no lo necesito, puedo leer en cualquier lado por mucho ruido que haya.
(Se trata de un monólogo interior. Se encienden los focos y vemos a la chica. Es mucho más fea que como se la habrán imaginado los lectores).
Anne: Menos mal que tengo este diario para evadirme. En él relato todo lo que se me viene a la cabeza. Descubrir que se es judía es duro, porque de repente percibo que mi nariz es aguileña y que he sido racista conmigo misma hasta ayer. Pero me consuela estar enamorada.
(Entra en escena Karloff).
Karloff: Hola, Anne.
Anne: Hola, Karloff. ¿Cómo estás?
Karloff: Bien, Anne. ¿Qué haces?
Anne: Nada, me has pillado en pleno monólogo interior.
Karloff: No jodas.
Anne: Sí. Achicharrá con los focos on the stage. Estaba a punto de contar que ando enamorada de ti y que como eres un puto nazi infiltrado y yo acabo de descubrir judías en mis genes, pues que ya ves qué plan.
Karloff: Bueno, pues no me lo reveles hasta el último acto.
Anne: Sí (dice la chica dubitativa). Vale.
(Karloff se marcha. El foco ilumina la estancia).
Anne: Ya que el foco ilumina la estancia, aprovecho para escribir mi diario. Ando enceguetá de rellenar hojas a la luz de la vela. Señor, ¿es incompatible el holocausto nazi con una puta bombilla? Vamos, sugiero.
(La madre de Anne, Anne, entra por la puerta).
Anne: Hola, Anne.
Anne: Hola, mamá.
Anne: ¿Te molesto? Veo que estás en pleno soliloquio.
Anne: Sí, mamá. Cómo me conoces. A veces me da escalofríos.
Anne: No te preocupes, no sé todo de ti.
Anne: Es un alivio saberlo. Mamá, ¿has recibido alguna carta?
Anne: Sí, aquí tienes (la saca de un bolsillo de su delantal). Es de Rudolph.
Anne: ¡Gracias! Ansío leerla.
Anne: Lo sé, cielo. Sé que estás enamorada de él, porque te cuelgan las pestañas.
Anne: Sí. Karloff me gusta más, pero es nazi y además acabo de descubrir...
Anne: Sí, cielo, lo sé.
Anne: ¿Ya sabías también que era judía?
Anne: Desde luego. Fui yo quien conquistó a Woody Allen. Además te he oído antes de entrar. De hecho, con lo que gritas, se te intuye lo que dices desde los camerinos.
Anne: Laostia. Me dejas crashed.
Anne: Es que soy tu madre. Hala, lee.
(Anne se marcha. Sale. Sorprendentemente, de nuevo por la puerta).
(Anne abre la carta).
Anne: ¡Rrrraaaaass! Querido público, hago la onomatopeya yo porque hay quien disfruta con el teatro leído, y todos tenemos derecho a comprender bien la acción. (Lee).
Anne: "Querida Anne. Gracias por responder al anuncio de contactos. Me encantó tu voz cuando decías que la mía te había gustado. Lamentablemente, soy gay. Perdón. Invertido. Que estamos en 1938. En fin, soy marica perdido, hablando en nazi. Eres tan lerda que ni buscas en la sección correcta. Postdata: judía de mierda."
Anne: Jo. ¡Mamáaaaaaaa!
(Entra la aludida) .
Anne: ¿Qué, hija?
Anne: Tienes la intuición maternal de un chorizo.
Anne: Oh, really?
Anne: Frankly.
Anne: Me enrojeces.
Anne: You´re welcome.
(Se marcha)
(De repente, suena una marcha turca. Entra Karloff y un actor anónimo embutido en una lata de Andy Warhol. Ambos adoptan una pose egipcia y, mientras la música continúa, tratan de resumir con gestos el Nuevo Testamento. Anne Frank muere de desidia y pegamento pero, sin embargo, no aplaude. Arde un sudoku).
(La obra termina. Se cierra el telón).
Anne: Ya no se me ve.
3 comentarios:
Pos mira, es uno de los libros que tengo pendientes, pero como la gente me ha dicho que es todo mas falso que la Ana Obregón pos como que me tira un poco para atrás.
He reconocido, la canción que me has puesto en el log es la de Chenoa!!! jejeje.
Debe de ser duro descubrir un día que eres una leguminosa. Eso y que tu novio es gay, claro. La escena final me recuerda a Carmen. Debería haber empezado la obra con Ana Frank vistiéndose mientras suena una musiquita.
Me ha gustado este post. A ver si dejo de ser mierda y me leo la historia que me dejaste, copón.
Ya echaba yo de menos tus relatos surrealistas.
Nos vemos hermoso
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