Con su eterna sabiduría, el Dalai Lama nos recuerda que no es bueno guardarse el odio. Al mismo tiempo, advierte que tampoco es fácil desprenderse de él: "Qué duro es cagar duro", afirma en su libro Amaneceres, capítulo 4.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Uy, Amanecer es el nombre de la tienda donde me compraba las pastis... un poquito escatologico pero interesantemente encantador ;)gracias
2 comentarios:
Uy, Amanecer es el nombre de la tienda donde me compraba las pastis... un poquito escatologico pero interesantemente encantador ;)gracias
Qué gran sabio...
Publicar un comentario