Otra niña, también de cuatro años, ignora la clase de inglés y se sienta en una mesa y se pone a hablar con el niño que describí en el otro post, que también se sienta junto a ella.
Les castigo. Se sonríen y siguen durante hablando toda la clase.
Sus compañeros se van y les da igual. Les siento, les echo la bronca y les pido que piensen qué han hecho mal. Cada minuto vuelven a hablar otra vez de lo que quieren. Los separo más. Se quedan en silencio durante diez minutos y el niño finalmente me dice lo que esperaba y le dejo irse. La niña se queda más rato y parece no molestarle estar sola y en silencio. Y después de veinte minutos, me dice que ha pensado algo ya. Cuando le pido que me lo explique, me dice que ha pensado que se va a ir con su madre a zaragoza a comprarse unos zapatos.
En la próxima clase volverá a actuar igual, desobedeciendo. Ahí vendría bien LA bofetada, ésa, la única por mi parte que le daría en toda mi vida, sólo ésa y ninguna más.
11 comentarios:
No te ralles. El año pasado yo tenía uno de 5 años que se revolvía por el suelo como una croqueta, le cortaba el pelo a sus compas de mesa, se sentaba girado hacia atrás de forma que no veía la pantalla de la tele, hasta que le di la vuelta a la mesa y entonces la veía -girado, claro-, se partía de risa si lo bajaba con su maestra y ésta no estaba... Y en el fondo era para llamar mi atención, porque en su casa funcionaba así, y su madre le daba muuuchas bofetadas. Eran senegaleses y no tienen mal visto pegar, todavía, pero tampoco les funciona.
Yo no sé qué se puede hacer, pero creo que debemos empezar desde arriba. Ya sabes, niños que se crían solos, padres y madres que se sienten culpables, sociedad consumista...
Ufff como te veo.
Llama urgentemente a la supernany o a Hull Hogan, tu verás.
El problema de la bofetada es que te van a empurar; ya nos están empurando hasta nosotros, y eso que las bofetadas las da un policía local a un tío de 40 tacos malencarado que te ha dicho hijoputa con la mano en alto.
Fundaremos una asociación de funcionarios estresados por la atención al ciudadano ¿ok?
Perdón por no postear en tanto tiempo, pero ando liadísimo y fatal, ya te contaré.
Me reitero, el problema son los padres, seguro que les dejan hacer lo que les da la gana...
Gracias por los ánimos, pero no creáis que ando viviendo sin vivir en mí o algo así; son sólo momentos de crispación que ya he aprendido a olvidar y relativizar en cuanto salgo del cole.
El problema es que, aunque LA bofetada es una mala solución, no veo qué se puede hacer mientras todos esos cambios sociales necesarios se producen. Lo único que se afirma es que bofetada no, pero no pasamos nunca de ahí.
Si te digo la verdad, yo no estoy a favor de LA bofetada porque creo que, en el momento en que diera una ya no podría parar. Jaajajaja, imagínate: "Se ha vuelto loca, va dando sopapos a diestro y siniestro, pobrecita. Dicen que era maestra...".
En serio, entiendo perfectamente lo que dices, ganas no me faltan en muchísimas ocasiones, pero como conclusión LA bofetada tendrían que darla en todo caso los padres, y significaría que bien dada y en el momento preciso, ya no les haría falta usar ese recurso nunca más -y no porque se carguen a sus hijos, por Dios!!!-.
¿Pero crees que los padres...
a) ...van a darla? Es más fácil dar caprichos que enfadarse, y con lo mal que vivían con Franco, no van a hacerle pasar un mal rato al niño, pobre.
b) ...se van a atrever a darla si te pueden denunciar y encarcelar por ejercer una mínima violencia contra tu propio hijo?
Dudo mucho que la mayoría de los padres se acuerden del tío Paco. Por edad yo podría ser uno de ellos y no lo recuerdo (y no, todavía no bebía alcohol en aquel tiempo). A ver qué te parece mi última actualización.
Ánimo, tomate un tranquimacil a la hora de inglés, con los de infantil.No le des mas vueltas , son tal para cual. Y como además están a todas horas juntos, pues ya sabes , todo lo malo se pega.
Yo hoy también he acabado un tanto desesperada: un niño de 5 años que despues de explicar una ficha de vocabulario, con las palabras escritas en la pizarra. Hacerla todos juntos de manera verbal, ha tardado y no es broma, 3 horas en acabarla y ¡sólo tenía que copiar las palabras de la pizarra!, relacionándolas con los dibujos que había. Y lo mejor de todo es que yo las había escrito en el mismo orden que los dibujos, casi me pego un tiro... .
Piensa en positivo, sólo los ves un hora a la semana, y cuando lleguen a primaria, puede que tu vueles ya lejos de allí.
Yo no se, si LA bofetada será el mejor remedio, lo que sé es ue, hasta ahora los amorosos padres no saben poner un poco de orden en el comportamiento de sus hijos. Y quieren que lo hagamos los maestros, se ponen una venda en los ojos y el árbol ya llega a nosotros torcido.Es muy difícil enderezarlo, cuando es casa ellos siguen abonando con consentimiento a todos los caprichos de sus "angelitos".
Pero claro , sus niños son megaestupendos, y no hacen las barbaridades que los maestros les decimos, en realidad todo es invención nuestra, porque les tenemos manía, en fin....¡qué duro es predicar en el desierto!
Ya sé que me he dejado muchos acéntos pero a la hora de corregirlos , el computer jeje, me borraba las letras siguientes, de modo que me modificaba todo lo escrito, y no me apetecía escribirlo otra vez, odio que me pase eso, bueno, he dicho.
Si me permitís, la bofetada nunca es UNA, sino que tiende a multiplicarse, porque como va perdiendo fuerza, acaba por convertirse en una azotaina, cuando no en algo peor. Y además la azotaina casi siempre es más un desahogo del que la propina que una medida pedagógica.
Esto no quiere decir que no se puedan ejercer medidas de fuerza para educar a un niño, pero mejor si se trata de otro tipo de fuerza. El caso es que el niño acabe asumiendo que el que controla la situación es el adulto y no él.
De todas formas, los primeros que tienen que aplicar estas bonitas teorías son, por supuesto, los padres. Si no, estamos listos.
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