jueves, 28 de junio de 2007

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Éste es el teléfono al que hay llamar en Zaragoza para que pasen a buscar a las once de la noche muebles de los que nos queremos desprender. El otro día dejé en el portal un somier y un mueble para la tele que ya no me servían; llamé con veinticuatro horas de antelación y esa noche pasó un supercamión a por ellos.

Por fin podré utilizar el cuarto del fondo, que hasta ahora permanecía oculto e inútil tras el sofá del salón. Preveo rellenarlo con estanterías y, quizá, algún aparato muscle-friendly.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Generalmente viene antes el camión de los gitanos y se adelanta, que estos, aún sin teléfono, tienen olfato para los somieres.
Mal asunto el de tener gimnasio en casa,..., se suele dar preferencia al sofá.

Diabetes dijo...

Es sólo una idea, gabardera, pero de hacerla realidad, sería constante: me gusta más entrenar solo, poniéndome mi música y sin esperar a que el garrulo de delante deje la máquina libre.

Anónimo dijo...

jorgito!!! soy elena del gym, que tal guapo?
bueno yo no tengo problem con los muebles, hay alguien de mi calle que ha clonado mi antigua casa! jajaj