martes, 13 de mayo de 2008

Invisible.

El sábado pasado fue lo que se dice un día cultural. Primero, en fastuosa butaca de patio, El caso de la mujer asesinadita, de Mihura, que no me convenció del todo por haber ido con expectativas equivocadas. Y a la salida del teatro, por veintidós euros menos, me lancé a la filmoteca a ver All the invisible children, con la que disfruté veintidós veces más que con la obra.



Está hecha de cortometrajes sobre niños que, por diferentes razones, son invisibles para nosotros, porque no percibimos que sufren o porque si lo sabemos no solemos acordarnos de ello lo suficiente. Hay cortos previsibles, algo tópicos, pero buena parte de ellos son entretenidos y curiosos. Están dirigidos por gente conocida, como Emir Kusturica, Ridley Scott, Spike Lee...
Recomendable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si se acaban las opos y puedo hacer vida cultural, que además necesitaré distrerme si me va mal, que puede ser.... es bastante probable.
Estoy un poco negativam sorry!
Besos y achuchones
Dorothy

enmovimiento dijo...

No es que no nos acordemos de los miserables, aquí llamados invisibles, es que duele tanto que por fuerza tenemos que dar descanso al corazón, incapaz de sobrellevar todo el sufrimiento del mundo. Lo importante es que nos acordemos de hacer lo que podamos, o un poco más.
A mí la obra de teatro me gustó, sin expectativas. Me hizo pasar un rato agradable, me reí y me olvidé de todo lo demás por un par de horas. Justo lo que necesitaba.