martes, 24 de junio de 2008

Efectos del tiempo.

Fallos temporales...
Por ejemplo, que la gente crea que los maestros ya estamos en Honolulú bajo una palmera, cuando andamos haciendo memorias y estresados entre papeles o, mejor dicho, fichas informatizadas.
Y también, fallo temporal porque el tiempo, esta vez el atmosférico, ha conseguido que muchos maestros no tengamos la sensación completa de fin de curso: digamos que es el calor insoportable el que favorece que deseemos y apreciemos la llegada del final de las clases. Y este año ha llegado ya y muchos no lo sentimos del todo.
¡Pero ahí está! Una semana más y comienza la época más envidiada del año.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quiero ser profe, y solo eso! ya sabes, yo seguiré currando.
Besos y achuchones