Ya sabemos que echamos de menos las cosas cuando las dejamos de tener.
¿Alguno de vosotros ha estado contento estos últimos días por haber podido ir a trabajar tan ricamente? Seguro que no; es más, ¿a quién le puede poner contento tener que pasarse medio día pringando?
Pues la verdad es que os envidio. Llevo tres días durmiendo fatal. No hay razón. Insomnio pasajero. Simplemente no me quedo dormido y no hay más.
La cosa no está siendo excesiva. Es decir, he dormido una media de cinco horas cada noche -si no hubiese podido pegar ojo ya habría cogido la baja-. Así que voy a trabajar, pero todo ello en una especie de neblina que hace todo algo irreal y más lento.
Durante este mes los maestros sólo damos clase durante la mañana, de manera que todavía nos podemos permitir el lujo, quienes trabajamos en un pueblo y no queremos dejarnos medio sueldo en un restaurante, de comer en casa. Y en mi caso, de tratar de dormir en mi sofá o en mi cama tras la comida.
Claro que entonces aparecen los vecinos del piso de arriba, que los más allegados ya conoceis aunque sea por mis regulares quejas, cuyos hijos gritan y corren -y cuya madre grita más alto aún- desde la hora de la siesta hasta que a mitad de tarde tienen a bien irse a dar una vuelta.
De modo que por las tardes tampoco he estado durmiendo, pues un servidor necesita silencio sepulcral para quedarse dormido: todo es oír un "Juan, dile al niño que venga", que ya me desvelo.
Es horroroso haber dormido mal, ya no un día, sino tres seguidos. Además, como este año voy y vengo yo solo en coche, pues Rosa ya trabaja en otro colegio, debo estar dos horas conduciendo por mal que haya dormido. E imagino que eso resulta peligroso...
Añadamos a ello que esos vecinos no se van a dormir hasta las doce de la noche, eso sí, no sin haber puesto una lavadora a las once de la noche previamente algunas noches. Y finalmente, otra vecina suele ducharse a las siete de la mañana (pero si tiene setenta años, ¿pa qué tan pronto?) y como su baño está casi pared con pared con mi dormitorio y además el suelo de su ducha parece ser metálico, el agua se escucha salir y caer de tal modo que siempre me despierto con la sensación de que está lloviendo.
Procuro no pensar a menudo (o me darían ataques de ansiedad) que sólo tengo silencio entre las doce y las siete de la mañana.
¡Enhorabuena si estáis durmiendo bien, no sabéis la suerte que tenéis!
4 comentarios:
Solucion A. Akumula 243 bandejas de uevos de carton y forra las paredes, techo y bentana de tu dormitorio.
Solucion B. Tapones para los oidos.
Solucion C. Anonimos con amenazas de muelte en los busones de tus vesinos
Es tan frecuente e injusto lo que te pasa, que crearía juzgados de "comunidad de vecinos" o algo así. Y si te atreves a pedirle a la señora de los gritos, que baje de intensidad, que sus guajes no le hacen más caso por volumen de la voz, te enfrentas a un fracaso seguro.
Que piensen esas personas cuántos vecinos de sus características puede soportar una comunidad de vecinos.
No sé qué ocurre en otros paises, viajo poco. Pero aquí el pensamiento del común para casi todo, es como el lema del anucio en el que alguien tira una lata vacía al suelo "total por una más, no se va a notar". Pues eso, por un bramido más en medio de la tarde, tampoco pasa nada.
Te comprendo perfectamente. Mi calle es horrible,y parece que la gente se esta tomando las copas en mi cuarto, se oye todooo! Paciencia hermoso
Besos y achuchones
Cartola_mola
Y yo que no creía en eso de que teniendo coche haces más amigos... Bueno, además de las opciones que te han dado y que bien sabes se me ocurren otras:
- acostumbrarte a dormir con música relajante a un nivel suficientemente alto como para no oir y suficientemente bajo como para que no te manden los vecinos a la policía (encima!)
- ponerte tapones y además música relajante bla, bla, bla... Esta opción también vale con cascos orejeros.
- sacar tu cama al cuarto de la tele y dormir con cualquier programa de esos de televenta toda la noche. No sé por qué pero funciona.
- cambiar el dormitorio de lugar. Cuando pase a tu casa a ver esa peli que tenemos pendiente la exploraré en busca del mejor lugar, si me dejas (no hace falta que limpies de propio).
- cambiar de residencia no lo aconsejo por lo difícil que está el tema y porque, de no irte al campo solo nadie te asegura que tus nuevos vecinos sean menos ruidosos.
- tomar infusión non stress de pompadour antes de acostarte, y una pastillica tipo orfidal...
Yo también te echo de menos, guapetón.
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