miércoles, 29 de octubre de 2008

La fieshta.

Este anuncio, que muchos encontraréis quizá ñoño, a mí me gusta. Me transmite lo que permite transmitir -amén del producto en sí, claro-: positividad, seguridad. Eso que a veces tanto nos falta.
También consigue que me ratifique, por cierto, en mi decisión de no ponerme aparatos: no voy a ninguna fieshta, pero... ¡he decidido que no los necesito!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Unos dientes no alineados a la perfección, un tabique nasal algo desviado, u orejas despegadas dan personalidad. Salvo que poseas todo eso a la vez, que ya es para tomar medidas...pero no es tu caso.