Enhorabuena a Leszek por haber acertado que mi viaje tenía como destino Argentina.
La propuesta de ir allí surgió de Nico, amigo virtual (o internetiano) de ya hace años que propuso previamente otros destinos que o no me gustaban o ya conocía y cuya propuesta argentina acepté por aquello de cruzar por primera vez el charco y de paso disfrutar de unos días de invierno en mitad del terrible verano zaragozano.
Cometí un error de principiante al pensar, mirando la reserva de avión, que el vuelo duraba sólo siete horas; después me di cuenta de que en realidad la hora de llegada era la local argentina (cinco horas menos que aquí), de modo que en realidad eran catorce. De eso me percaté el día anterior al del despegue. Hice escala en Montevideo, Uruguay, en cuyo pequeño aeropuerto pagué en euros y me devolvieron en peso uruguayo, dinero que me resulta muy útil en la actualidad y con el que tengo numerosos proyectos en mente aquí en España...
Resultó raro en un principio encontrarme con Nico en persona, tras tanto tiempo siendo él poco más que un conjunto de fotos y charlando sólo en ocasiones contadas por webcam. Una gozada, por otra parte, charlar sin excepción en francés y desenvolverme sin problema, en parte gracias a su clara pronunciación.
Nuestro viaje tuvo una duración de dos semanas y decidimos enseguida que pasaríamos la primera en Buenos Aires, ya que llegamos un domingo por la tarde y ambos queríamos vivir la noche bonaerense -o sea, jueves, viernes y sábado- al máximo. Y digo "decidimos enseguida" porque si en mi viaje de Suiza improvisé los últimos días, en este caso improvisamos el viaje entero, dado el bajo precio de la mayoría de las cosas y pudiéndonos permitir, en consecuencia, alojarnos en un hotel bueno en caso de no encontrar otra cosa en el último momento.
Éstos son los billetes del peso argentino. Cuando escribo este texto un euro son algo más de cuatro de estos pesos, así que la comida y el alojamiento tenían precios más que asequibles. No así otras cosas, sobre todo las más caras, como ropa (más barata pero tampoco tanto) o aparatos como un televisor (de precio similar al español).
Buenos Aires tiene una población de tres millones de habitantes y el aglomerado urbano o Gran Buenos Aires en torno a trece. Se trata, por tanto, de una ciudad muy grande cuya primera impresión en mí fue la de haber viajado muchas horas para encontrarme con un Madrid o un Berlín, por decir algo. Es decir, tiene un aire europeo, aunque es muy gris en general, está repleta de excrementos de perro -a lo cual en España nos hemos ido desacostumbrando en la última década afortunadamente- y esperar que un conductor se detenga en un paso de cebra sin semáforos es un sueño que no se hará realidad. A favor mencionaré, en cambio, que en los locales públicos fumar está prohibido, cosa que en la actualidad aún se permite en España en este momento, septiembre de 2010, y que será prohibida si todo va bien a principios de 2011.
A pesar del tamaño de la ciudad, para un turista que pretenda ver lo más característico en principio bastarán con tres o cuatro días, salvo que pretenda probar mil variantes gastronómicas o vivir la noche como en nuestro caso -incompatible con estar presentable al día siguiente temprano, necesario para aprovechar el día dado que en invierno a las seis de la tarde se hace de noche-. No citaré todo lo que hay que ver, porque no pretendo emular a una guía turística de quinientas páginas, sino ilustrar al lector con algún pequeño ejemplo.
Esta foto está tomada en el barrio de Caminito, donde existen casas que fueron pintadas con la pintura que sobraba de pintar los barcos. Es un distrito con calles absolutamente turísticas, de un aire que contrasta con el gris antes mencionado, y en donde el turista es avasallado por captadores de clientes para que entre a su restaurante, que por supuesto es mejor que el de al lado. Aunque indiques que sólo vas a entrar a tomar un café, en cuanto te sientes te pondrán cubiertos, pan y todo lo demás para que te sientas obligado a comer algo. Quizá valga la pena, ya que los precios nunca son excesivos y, aunque es un tinglado montado para el turista, toca ver a los bailarines de tango hacer de las suyas en las puertas del establecimiento y en su interior. En este barrio se encuentra, por otra parte, el estadio del Boca Juniors.
Puerto Madero ofrece, a mi modo de ver, las fotos más bonitas. El Río de la Plata y los barcos contrastan con edificios absolutamente urbanos y modernos:
Tampoco hay que perderse la zona centro, por ejemplo la calle Florida, de longitud increíble y toda peatonal, con numerosos puestos ambulantes tipo manta en el suelo y tiendas, restaurantes y galerías a porrillo. Con suerte, y no sólo tan céntricos, encontraremos establecimientos singulares, como esta librería - cafetería:
Palermo ofrece los mejores sitios para salir. Si vuestro hostal u hotel se encuentra en otro lugar os tocará tomar (que no coger) un taxi, algo más baratos que los españoles aunque todavía caros, porque en mi caso por ejemplo debía caminar unas veinticinco cuadras (manzanas), y a las cuatro de la madrugada no suele apetecer.
Se puede viajar también en ómnibus, como allí le llaman, o en subte, o sea, metro. Pero el metro, que cuesta 1,20 pesos por billete, termina a eso de la medianoche, además de que abarca una zona limitada, aunque céntrica, de la ciudad, y el ómnibus es estupendo pero sólo si uno conoce las rutas que llevan; así que el taxi es lo más socorrido.
No me arrepiento en absoluto de haber estado la mitad del viaje en Buenos Aires, aunque es cierto que todo lo que vimos después valió mucho más la pena que la capital argentina. Y no me arrepiento porque me sirvió para ver la ciudad con tranquilidad, para conocer a Nico (con quien la relación fue y es cordial pero tuve notables diferencias de punto de vista a la hora de ser compañeros de viaje) y sobre todo, que es lo que más disfruto, para conocer chicos del lugar, que me hablasen del país y/o me mostrasen los bares más interesantes. Aquél con el que más a gusto estuve fue Daisuke, japonés ligeramente mayor que yo que estaba en el país de vacaciones y residente en Brasil, con quien pasé varias horas charlando en un bar descubriendo el delicioso sabor del cubalibre y mostrándonos abiertos a un encuentro en una futura ocasión. Le hice partícipe de mis deseos de aprender japonés, de cuyo idioma empezaré un curso en pocas semanas, así que si consigo avanzar en este complicado idioma tengo ya un voluntario para ayudarme a practicar por emails y webcam.
Pasada la primera semana, Nico y yo decidimos que el domingo por la noche nos íbamos a Iguazú para ver las cataratas. Resultó que el bus hasta allí tenía un trayecto de dieciocho horas de duración, y armándonos de paciencia allá que fuimos. Hay que decir que en este país hay escasísimas líneas de tren pero ello se ve compensado por una comunicación buena en bus, y que estos buses tienen asientos grandes y reclinables, hasta camas en ocasiones, donde uno se puede recostar cómodamente, ser servido comida cada varias horas, ver películas y por supuesto dormir con cierta comodidad. Yo pude soportarlo y las horas se pasaron relativamente bien.
Partimos de Buenos Aires a las seis de la tarde y llegaríamos a Iguazú a las doce del mediodía...
(CONTINUARÁ)
2 comentarios:
Hombre, lo de los pesos Uruguayos si tienen salida.... ¡¡Regálalos como souvenirs!! Mira, así de pronto, se me ocurre una persona a la que le encantaría recibir como detalle-souvernir cosas como monedas ^^U.
Piénsatelo: compras en los chinos unas cajitas pequeñas, metes ahí una combinación de monedas y se la regalas a la gente con una notita, algo de tu estilo. Un ejemplo puede ser "sé que tu vales mucho más, pero como hay crisis el resto ya te lo iré pagando" o un "Como sé que te gusta viajar, he decidido echarte una mano" o alguna de las tuyas XD
(Tengo que firmar como anónimo porque paso de abrir mi cuenta, pero tú ya sabes quien soy...y si no lo sabes, ¡¡es que ahora que no me ves todos los laborales, te has olvidao de mi!! :P)
Estoy esperando a continuacion de tu reportaje con impaciencia y muy grande interes. Argentina es uno de los paises en el mundo que me interesa mucho y cada informacion sobre este pais es muy importante, tambien util para mi.
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