Me encanta leer no ficción, porque a veces se encuentran cosas muy curiosas...
Se hizo el siguiente experimento.
A dos personas, incomunicadas entre sí, se les muestran imágenes histológicas de tejidos sanos y enfermos. Deben decir si cada tejido que ven está sano o enfermo.
Al primer individuo siempre se le dará la razón en su respuesta; al segundo siempre se le dirá que se ha equivocado.
Se realiza el experimento y se observa esta curiosa consecuencia: que el primero aprende a identificar los tejidos en un ochenta por ciento de los casos, pero el segundo también en un porcentaje bastante alto mediante una explicación alternativa que él se crea.
Pero eso no es todo. Una vez acabada la muestra de imágenes, cuando se permite que ambos individuos hablen entre sí sobre la prueba realizada, el individuo número uno se da cuenta de que el otro ha elaborado una explicación mucho más compleja para explicarse la diferencia entre ambos tipos de tejidos; y en lugar de creer que el otro está en un error, la primera persona, ante una explicación más elaborada, termina por creer que él mismo está equivocado.
Este experimento demuestra que solemos dar por buenas las explicaciones más rebuscadas. Por eso tenemos la manía de pensar que si al leer un texto no lo entendemos, entonces es que está diciendo algo muy profundo. Aunque lo más probable es que tenga la profundidad de un charco.
Eso me ha pasado a veces a mí con las películas lentas de autor...
4 comentarios:
Hola:
Gracias por tu comentario de mi blog¡Veo que eres profe! Justo ahora estoy estudiando Psicología de la Educación. Cuando acabe exámenes, te dedico un artículo sobre educación a ver si te resulta interesante.
Yo he sido toda la vida fan de los libros "For Dummies" y del modelo americano "explicar las cosas para niños".
Recuerdo un profesor de Macroeconomía que tuve que además era autor del libro que teníamos que estudiar. ¡Dios mío! ¡Qué horror de libro! Infumable.
Aprender a enseñar, además de una ciencia, es un arte.
Enhorabuena por el blog. Aquí tienes otro seguidor. Por cierto, ¿de qué libro has sacado ese experimento?
El libro es "El hombre que calumnió a los monos (y otras curiosidades de la ciencia)", de Miguel Ángel Sabadell.
Hola es la primera vez que paso por aquí y me ha gustado. Volveré.
Saludos
Me ha parecido muy curioso el experimento.
Además has dicho que luego acertaban los dos en un porcentaje alto. Impresionante! De aquí se deduce que aprendieron practicamente solos.
Y es cierto que a veces, comiéndonos el tarro intentando dar una explicación a un suceso, resulta que luego, la respuesta verdadera a esa cuestión va a ser la más sencilla y fácil. Para eso no hacía falta pensar tanto. ^^
Besos!!
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