Fue en aquella época cuando dejé de ver la tele, cuando aparecieron Tele 5 y Antena 3. "Lamentablemente" ahora tengo un gran vacío histórico en mi cerebro en cuanto a personajes, programas, etc., desde aquel entonces. Las noticias las he seguido a trávés de los periódicos. Fue en ese momento cuando empecé a encontrarlos interesantes.
YO tendría cuatro años cuando las mamachicho estaban de moda, recuerdo que con mis amigas cantabamos y bailabamos la cancion en el recreo de la guardería (tengo vídeos que lo demuestran) pero ya no recordaba lo "cutres" que eran, con aquellos conjuntitos con flechos, el bailecito...
Cutre: pobre, descuidado, sucio o de mala calidad. Pues sí, era cutre y además de mal gusto y bastante sexista. Igual que la mayor parte de la programación que tenemos hoy en día. Es importante no olvidar de dónde venimos y tener cuidado con nuestro destino, pues parece que en el fondo, allá donde vamos, no está tan lejos del "me toca cada vez más". ¡Defiéndeme tú!
5 comentarios:
¡Qué pedazo de coreografía! jajaja
Dada la baja calidad de la imagen, no se aprecia bien la abundante lluvia de caspa que caía en el plató.
Fue en aquella época cuando dejé de ver la tele, cuando aparecieron Tele 5 y Antena 3. "Lamentablemente" ahora tengo un gran vacío histórico en mi cerebro en cuanto a personajes, programas, etc., desde aquel entonces.
Las noticias las he seguido a trávés de los periódicos. Fue en ese momento cuando empecé a encontrarlos interesantes.
Todo un mito para mí que hoy has destruido...
YO tendría cuatro años cuando las mamachicho estaban de moda, recuerdo que con mis amigas cantabamos y bailabamos la cancion en el recreo de la guardería (tengo vídeos que lo demuestran) pero ya no recordaba lo "cutres" que eran, con aquellos conjuntitos con flechos, el bailecito...
pufffff
Cutre: pobre, descuidado, sucio o de mala calidad.
Pues sí, era cutre y además de mal gusto y bastante sexista. Igual que la mayor parte de la programación que tenemos hoy en día.
Es importante no olvidar de dónde venimos y tener cuidado con nuestro destino, pues parece que en el fondo, allá donde vamos, no está tan lejos del "me toca cada vez más".
¡Defiéndeme tú!
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