lunes, 17 de diciembre de 2007

Liberación.


No estoy especialmente orgulloso, pero este fin de semana tomé una decisión liberadora: abandonar el estudio de Antropología. Me sigue interesando en cierta medida, pero me estaba suponiendo una carga más que otra cosa. Cada tarde en que se suponía que debía sentarme para abrir uno de los libros antropológicos me inventaba una excusa autoexculpadora para no hacerlo.
Y este sábado, frente al libro de Antropología Política y unas explicaciones sobre unas tribus chiripitifláuticas -típica imagen (errónea) que se tiene de la antropología, porque es mucho más que irse a África-, decidí que lo dejaba. No me interesan las tribus, ni la geografía humana que tengo suspendida, ni las antropologías del parentesco o económicas que me quedan por estudiar. Ando, andaba, a mitad de los dos años en que se supone que, de no trabajar, uno puede sacarse ese segundo ciclo de Antropología Social y Cultural, y decidí dejarlo porque me estaba pareciendo una carrera excesivamente abstracta y vaga, porque aunque algunas ideas habían sido interesantes, en general no me estaba aportando gran cosa ni emocional ni intelectual ni culturalmente, y porque estaba todavía, como he dicho, a mitad. Y eso de seguir por haber empezado... no va conmigo. Como alguien dijo una vez, hablando de literatura, te leerás, si es que te gusta leer, apenas unos dos mil libros en toda tu vida, así que si uno lo empiezas y no te gusta, déjalo y ve a por otro.
Pues eso.

De repente me encuentro con las semanas mucho más libres, de tiempo y de cargos de conciencia, sin exámenes en febrero o junio, y con la posibilidad de leer lo que quiera, tiempo que hasta ahora tendía a ocupar la antropología o sus consabidos cargos de conciencia. Así y ahora, recién abandonado esto, diré que puede que para el próximo curso me embarque en Filología Hispánica, aunque no sé si estudiar a distancia me ha gustado del todo; o puede que, si es compaginable, estudie esta filología u otra cosa pero en la Universidad de Zaragoza presencialmente. Me apetece ir a clase, tener a un profesor delante y ser el típico chaval no post-adolescente que los de dieciocho mirarán con cara rara asombrados de que levante la mano para hacer preguntas.

¡Llamad para ir al cine entre semana, que tengo tiempo!

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Filología Hispánica? Tú estás loco. Haz empresariales o alguna otra cosa de provecho ;))

Eso sí, en Filología Hispánica ligarás mucho más que en cualquier otra carrera.

Anónimo dijo...

Jajaja... Después de convencer a media Zaragoza para que se matriculara en Antropología los abandonas... "¡Que era broma! ¡Que es una mierda!" Jajaja...

enmovimiento dijo...

Bueno... pues a otra cosa, mariposa.
En fin, yo creeo que tu meta era muy alta. Pretender sacarla rápidamente, trabajando, supone no tener más vida que cole-casa, casa-cole. Si sumamos francés, cursillos y demás... supone argggghhh! no quiero, abandonooooo. Mira, yo he abandonado las danzas africanas, ¡¡¡con lo que me gustan!!! Así que me parece muy bien, tómate un respiro y si te apetece presentarte a alguna de las que te has matriculado, lo haces. Y si no, pues no. La libertad es algo que tenemos bastante limitado. Está bien ejercerla para que no se nos olvide que existe. Aunque sea en estas cosillas.

Anónimo dijo...

Pues a mi me parece que podrías acabarla que no te queda tanto, y yo ya tengo los pauntes.
Si algún día quieres volver, ya sabes que lo que necesites te lo dejo.
Besos y achuchones

Anónimo dijo...

Huy, apuntes

Diabetes dijo...

Dorothy, eso es lo que me llevas diciendo... ¿dos años?
Tengo aprobadas una o dos asignaturas anuales y unas cinco cuatrimestrales, eso es todo. Ando a la mitad, si es que llego. Y en fin, no estoy motivado como para mentalizarme de que me quedan al menos cinco años más.
Gracias por los mensajes que intentan animar. ;)

Ohdiosa dijo...

yo desde hace algún tiempo estoy planteandome estudiar algo otra vez, y estoy entre una carrera a distancia o presencial...me llama eso de, como dices tú, no ser la típica adolescente en clase jajajaja!!!

tomes la decisión que tomes será la correcta...animo!!

Anónimo dijo...

A mí me da mogollón de pereza volver a estudiar, entre otras cosas porque me he dado cuenta que para ganarme la vida no me hacía falta la carrera (triste pero cierto)y porque suponen como tú dices renunciar a ciertos momentos de ocio que me hacen la existencia más llevadera.

Anónimo dijo...

Hay algo más útil que liberarse de lo que nos lastra? Hay algo más humano y atractivo que cambiar de idea?? Felicidades!!! y a por lo que quieras...