jueves, 15 de noviembre de 2007

Un día especial.

Salí a la calle, y el barrendero movía su escoba al ritmo.
Los coches habían puesto sus intermitentes, que se encendían y apagaban al unísono.
Yo, sin darme cuenta, había comenzado a andar haciendo una secuencia marcada por la melodía.
Además, los peatones sonreían mientras movían sus cabezas de izquierda a derecha blandiendo una sonrisa que no podía ser más extensa, y que se me contagió.
Y de tener ese rostro de alegría, ésta me vino de inmediato.

Así que decidí deshacerme del abrigo, que me molestaba, y de la maleta, que no hacía más que agudizarme un eterno dolor de espalda. Quedaron diseminados ambos objetos y su contenido por la calzada, pero no importaba, porque la música sonaba, definitiva y claramente, por toda la ciudad.

Se celebraba, y yo lo había olvidado, la festividad de la Música Imparable. Hasta que se pone el sol, es costumbre olvidar las obligaciones personales, excepción hecha de médicos y otros colectivos irrenunciables, y dejarse llevar por lo que uno siente dentro de sí. Aunque es el día del año en que más heridos y muertes se producen, pues dejar salir el impulso individual supone deshumanizarse casi del todo, la celebración, además de un proceso catártico, nos recuerda el origen animal del ser humano y el conjunto de reglas de que nos servimos el resto del año para convivir en armonía.


Desde aquí, recomiendo que el lector escuche la música con los ojos cerrados y baile y cante si así se lo pide el cuerpo. A buen seguro que unos minutos después se sentirá mejor y más dispuesto para volver a la rutina social.

3 comentarios:

Maite Pérez-Pueyo (Maitentación) dijo...

Estoy leyendo La Bruja de Portobello, de Coelho, y justo ahora se habla en este libro de lo bueno que es dejarse llevar por la música inconscientemente, aunque esto ya lo he sabido toda mi vida. ¿Y quién no? Gracias por el consejo...

Ohdiosa dijo...

me encanta esta canción, la escucho cien veces al día!!!!

Diabetes dijo...

No es casualidad, ohdiosa, ¡la descubrí -como otras- escuchádola en tu blog!