
Estos días estoy pasando el típico resfriado. Se dice comúnmente que un resfriado dura una semana tomando la medicina adecuada y siete días si no la tomas; así que por ello estoy enfrentándome al proceso enfermil exclusivamente con mi salud jovenzana.
Podemos dividir un resfriado en tres fases:
a) De repente, percibimos que tenemos frío cuando el resto del mundo no lo tiene. Además, los estornudos ya no son pares, como cuando nos da el sol por primera vez por la mañana.
b) La mucosidad empieza a hacerse evidente, abundante y refocilante, a la par que nos obliga a respirar por la boca, lo cual se delata en invierno, cuando el aliento se ve.
c) Nos sentimos culpables por la cantidad de árboles que han tenido que construirse para fabricar todos los pañuelos desechables que estamos usando. Por si eso fuera poco, descubrimos la insospechada cantidad de situaciones en que es indecoroso deshacerse de una flema densa.
Yo acabo de pasar a la fase c (¿a que resulta fascinante? Si queréis puedo hacer fotos).
Me resulta imposible determinar si ha sido uno de los alumnos de mi colegio quien me ha contagiado; lo que sí que resulta palpable es la simpática manera en que puede que se lo esté pasando yo a ellos, en concreto a los alumnos del aula de Infantil. Cuando paso a esta clase, les enseño inglés utilizando las historias o formats de un personaje que se llama Hocus the Dinocroc. Contamos, gesticulamos y repetimos sus desventuras puestos en círculo, y eso de por sí permite que mis gérmenes se lancen con una facilidad cataléptica hacia las jetas de los muchachines; pero además, en la historia número tres con la que estamos estos días, Hocus y su amiga/pareja/rollete Lotus, a la que conoció en el format número 2 cogiendo fresas por el campo, deciden construir una casa y no hacemos más que dar vueltas en círculo para coger las piedras, las tejas, la cama, etc. Así que imaginen mis suciedades resfriadiles navegando por el aire y a los chicos girando en derredor como para asegurarse de que ninguno de ellos se queda sin su estupenda ración de futuras mucosidades.
Podemos dividir un resfriado en tres fases:
a) De repente, percibimos que tenemos frío cuando el resto del mundo no lo tiene. Además, los estornudos ya no son pares, como cuando nos da el sol por primera vez por la mañana.
b) La mucosidad empieza a hacerse evidente, abundante y refocilante, a la par que nos obliga a respirar por la boca, lo cual se delata en invierno, cuando el aliento se ve.
c) Nos sentimos culpables por la cantidad de árboles que han tenido que construirse para fabricar todos los pañuelos desechables que estamos usando. Por si eso fuera poco, descubrimos la insospechada cantidad de situaciones en que es indecoroso deshacerse de una flema densa.
Yo acabo de pasar a la fase c (¿a que resulta fascinante? Si queréis puedo hacer fotos).
Me resulta imposible determinar si ha sido uno de los alumnos de mi colegio quien me ha contagiado; lo que sí que resulta palpable es la simpática manera en que puede que se lo esté pasando yo a ellos, en concreto a los alumnos del aula de Infantil. Cuando paso a esta clase, les enseño inglés utilizando las historias o formats de un personaje que se llama Hocus the Dinocroc. Contamos, gesticulamos y repetimos sus desventuras puestos en círculo, y eso de por sí permite que mis gérmenes se lancen con una facilidad cataléptica hacia las jetas de los muchachines; pero además, en la historia número tres con la que estamos estos días, Hocus y su amiga/pareja/rollete Lotus, a la que conoció en el format número 2 cogiendo fresas por el campo, deciden construir una casa y no hacemos más que dar vueltas en círculo para coger las piedras, las tejas, la cama, etc. Así que imaginen mis suciedades resfriadiles navegando por el aire y a los chicos girando en derredor como para asegurarse de que ninguno de ellos se queda sin su estupenda ración de futuras mucosidades.
Angelicos.
9 comentarios:
Pero mira que eres! Ya sabes que hay cosas que no quiero saber con tanto detalleee!!!
Espero que no me contagies cuando nos veamos que yo el año pasado no me dejé ni un germen por coger.
Besos guapísimo
Pues como ya nos hemos visto, el viernes te llamo y me cuentas si ya has "germinado" o no.
Atjó, atjó... ---> huy, otra verde.
Pues tío, yo no necesito tantas pistas para saber si estoy resfriada o no. Mi ente interno enteléctico me lo dice echando ostias. Por el culo.
Que se jodan los niños.
Bueno, pero tú eres actriz. Comes en Sardi.
Tiene que ser divertido verte hacer esos juegos con los niños :P
Sí, pero como me niego a hacerlo en público -entendiendo que os niños son niños y que además lo olvidan pronto-, tendrás que imaginártelo...
Es otra faceta desconocida mía, afortunadamente.
Los niños siempre se quedan con cosas de sus primeros años en el colegio, así que cuando vayan creciendo algunos te recordarán haciendo el Dino :P
Bueno, pero a edades tan tempranas, uno no recuerda los apellidos de sus profesores.
Y además, ¡qué narices!, los chicos aprenden mucho y estoy más que acostumbrado a hocusear.
Hola!!
Qué tal la experiencia de trabajar con Hocus y Lotus?
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