1 de Septiembre y la vuelta al cole ya se ha producido para los profesores. Estoy satisfecho de poder decir que lo he cogido con muchas ganas. Me apetecía conocer un poco a mi nueva compañera y ver quiénes (y con qué intenciones) se acercaban por la escuela el primer día.
La compi parece maja. Eso sí, me hace gracia su cara como triste y seria -parece su mueca habitual, ya que estaba igual cuando la conocí antes de las vacaciones-. Me llevaré bien con ella, somos de la misma edad y finalmente ha decidido quedarse con el cuarto dormitorio de la casa de Daroca. Compartiendo trabajo y casa, cual parejita heterosexual, ¡¡más vale que nos llevemos bien!! No me la veo muy preparada, eso sí, para una posible salida de armario por mi parte.
El retorno a la rutina de un día laboral ha comenzado con viejos recuerdos de repente muy reales: había un camión volcado en el puerto de Paniza. Estoy acostumbrado a encontrarme con una escena así cada pocos meses, pero ya el primer día... Otro aspecto familiar ha sido ver aparecer a la denominada, según palabrejas de mi ex-compi, Doña Cucufata, la mamá daproblemas que, por supuesto, no ha podido resistir la tentación de visitar el cole a primerísima hora y de tener la primicia de conocer a mi compañera nueva. Me ha pedido que no hiciese la reunión de presentación de curso el próximo martes porque ella estaba de vacaciones, la he mandado a escaparrar todo lo elegantemente que me permitía mi puesto de maestro y acto seguido le he hecho un resumen a Isabel de los dimes y diretes de la mujer que sucedieron durante los dos cursos anteriores.
Hay un interrogante por desvelar cuya respuesta no se hallará hasta, por desgracia, una vez comenzado el curso: ¿con veintitrés alumnos que tenemos este año, y ateniéndonos a lo que dice la ley, nos concederá la administración un tercer profesor? ¿Podré, en consecuencia, hacerme cargo sólo de cinco o seis niños que encima van superbien y olvidarme de dos alumnos rumanos de comportamiento insufrible y de los dos hijos cucufatos?
Creo que lo voy a consultar en el tarot. Y en los libros de etnología regional...
4 comentarios:
¿Ley? ¿Alguien ha dicho ley? Ja, ja. ¿Y los bares que a partir de hoy deberían de ser "espacios sin humo"? Ja, ja.
Por favor, ¿hay algún demócrata en la sala que me anime con su optimismo en el sistema? Porque yo ya te veo pasando un feliz curso con los cucufatillos y los "rumenia uan poin".
Ya me perdonarás que para un día que escribo sea para darte estos ánimos...
Pues sí que eres optimista chaval, hay que apostar por la integración primos, mañana en el Zaragoza Global del Parque Delicias tocan unos pavos rumano-suecos.Yo me integro con los suecos y los rumanos para diabetes...
Una de racismo: hace dos años tuve un alumno marroquí que decía que no "podía" casarse con una española porque las españolas "comen jamón y son unas borrachas". Los alumnos rumanos, al menos los que yo he conocido, no tienen estas salidas tan saineteras y además poseen una capacidad asombrosa para aprender español y lo que les pongan por delante.
Sí, sí, soy consciente de lo xenófobo que podía parecer mi comentario destacando que eran rumanos; pero, por si acaso, corroboro que justo han sido otros dos los alumnos rumanos que encontré en el anterior colegio en que estuve y ambos habían aprendido español perfectamente, sacaban notas estupendas y tenían un comportamiento intachable.
Los dos rumanos que tengo yo en clase son de comportamiento penoso y me ha tocado esa cruz... Con deciros que este verano en el pueblo les han dicho a los padres que, estando sin papeles, más valía que consiguieran que sus hijos dejasen de invadir las propiedades ajenas y de molestar a todo el mundo...
Publicar un comentario