miércoles, 30 de agosto de 2006

Ligando.

- Hola, guapa.
- Hola -dice la muchacha con tono distante.
- ¿Sabes que eres la chica más guapa que he visto nunca en este bar?
- Pues gracias.
El chico sonríe, bebe y, escudado por la música, piensa sus próximas palabras.
- ¿Sueles venir mucho por aquí?
- A veces, sí.
- Qué guapa que eres.
La chica vomita figuradamente -no lo hagáis nunca en casa, niños- tras decidir que la capacidad conquistadora del muchacho es escasa y trillada.
- En serio, me he quedado pasmado con esos ojos y esa sonrisa.
- Ajá.
- ¿Quieres que vayamos a algún sitio?
- Estoy bien aquí, gracias.
- Te puedo invitar a venir a mi casa, si quieres. Soy muy bueno en la cama y tengo una buena herramienta.
- Te lo agradezco, pero tengo hemorroides.
- Cuánto lo siento. Pero eso no tiene por qué ser un problema.
- Claro que sí. Yo, o me dan por el culo con una buena polla y con un puño o no disfruto. Y ahora mismo estoy escocida.
- Comprendo, comprendo. Es una pena.
En unos minutos el muchacho se aleja y la chica goza del buen resultado de la táctica. Lo que se divertirá contándolo a los amigos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que ver qué poco se lo curran los hombres de ahora, ya no quedan gentlemanes. Que te vaya bien el examen y la experiencia darocense

bl4ze dijo...

Pero mira que eres soez!
Por cierto esto de las tripas de Rakeltxu ha llegado a mi casa y también he estado algo pachuchilla así que por eso no he dado señales de vida.
¿ que tal tus estudios? yo aquí copia y pega de internet para los trabajos, seguro que me pillan! pero es que no me da tiempoooo!
Besos y achuchones antropológicos

Diabetes dijo...

Comprendo que haya quien, buscando algo de una noche, no tenga ganas de andar currándoselo a mansalva... pero de verdad, que sin un poco de paciencia -o cuerpos enormes que sustituyan el necesario flirteo-, no hay nada que hacer conmigo.

Yo estoy antropológicamente relajado, Dorothy. Ni siquiera he decidido todavía si este fin de semana lo pasaré en Daroca para estudiar o no...

Anónimo dijo...

- Qué bonitas piernas... ¿A qué hora abren?
- Realmente estoy luchando contra la necesidad de hacerte esta noche la mujer más feliz del mundo.
- Si estás buscando el tocador de damas, no busques más: soy yo.
- Mañana... ¿Te despierto con el codo o con el teléfono?
- ¿Te estudio o te trabajo?

Diabetes dijo...

Tampoco vas bien, Sr. Gabardera, tampoco, aunque sin duda es más original.