
Éste es el lado derecho de mi colegio, el de infantil. No hay nadie salvo nosotros, los dos profesores. No se oye nada en las aulas, salvo, a veces, mis cederrones caseros.
También estaba vacío el piso de Daroca en el que viviré el curso que viene. He podido elegir la habitación que más me gustaba y tiene una pequeña estantería para mis libros, una mesa perfecta para estudiar y un armario más que suficiente. El gimnasio está a treinta segundos andando y a la hora que volveré del trabajo encontraré sitio para aparcar sin problema.
Y también se ha quedado vacío un hueco en la hoja de tutorías: el de la madre del hijo con cuatro suspensos, que no parece llevar intención de hablar conmigo.
Vacío no, lleno de felicidad me quedo por todo ello.
También estaba vacío el piso de Daroca en el que viviré el curso que viene. He podido elegir la habitación que más me gustaba y tiene una pequeña estantería para mis libros, una mesa perfecta para estudiar y un armario más que suficiente. El gimnasio está a treinta segundos andando y a la hora que volveré del trabajo encontraré sitio para aparcar sin problema.
Y también se ha quedado vacío un hueco en la hoja de tutorías: el de la madre del hijo con cuatro suspensos, que no parece llevar intención de hablar conmigo.
Vacío no, lleno de felicidad me quedo por todo ello.
3 comentarios:
Para que veas que yo tb te inauguro el blog. Me das envidia, todo un verano de disfrute por delante y ¡mucha suerte en tu nueva andadura darocense!
ECOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
t ha quedado bonita la foto....
que suerte de verano (bueno del mío no me voy a quejar)
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