
No miento si digo que ir al gimnasio no me obsesiona en absoluto. Si voy es porque poquito a poco voy viendo resultados y porque me va muy bien en épocas como ésta, con sotopochocientas vacaciones a la vista, para no amuermarme todo el día en casa delante del ventilador.
Pero es cierto que si se tiene en cuenta que lo que aparece en pantalla son cosas que poco a poco he ido empezando a tomar de cara a que el entrenamiento resulte más fructífero, uno a veces empieza a tener dificultades en demostrarse a sí mismo y a los demás que el gimnasio importa relativamente, aunque insisto en que así sea.
El bote más grande es el batido de proteínas diario; sin proteínas, el músculo no crece. El botecito rojo regula la temperatura corporal para ayudar a eliminar grasas; el blanco son vitaminas que ayudan a mejorar el entrenamiento y el botecito más pequeño, que no tiene apenas que ver con el gimnasio, es el típico complejo vitamínico que me tomo cuando llega la primavera y la astenia con ella.
En mi defensa diré que lo segundo y lo tercero me lo regalan cuando compro el batido proteínico, que es lo único que realmente ingiero a conciencia, así que no os asustéis, porque lo demás lo uso poco, mucho menos que lo que indican las instrucciones, porque tengo muy oído que a largo plazo los inventos así fastidian los riñones. Pero no me digáis que si yo tengo ya tantas cosas, no será alucinante la de mierdas –legales y se supone que buenas, y sin entrar desde luego en anabolizantes- que la gente obsesionada se esté tomando.
Una manera estupenda de sentirse como el abuelito y sus pastillas de las diez, de las dos y media y de antes de cenar.
Pero es cierto que si se tiene en cuenta que lo que aparece en pantalla son cosas que poco a poco he ido empezando a tomar de cara a que el entrenamiento resulte más fructífero, uno a veces empieza a tener dificultades en demostrarse a sí mismo y a los demás que el gimnasio importa relativamente, aunque insisto en que así sea.
El bote más grande es el batido de proteínas diario; sin proteínas, el músculo no crece. El botecito rojo regula la temperatura corporal para ayudar a eliminar grasas; el blanco son vitaminas que ayudan a mejorar el entrenamiento y el botecito más pequeño, que no tiene apenas que ver con el gimnasio, es el típico complejo vitamínico que me tomo cuando llega la primavera y la astenia con ella.
En mi defensa diré que lo segundo y lo tercero me lo regalan cuando compro el batido proteínico, que es lo único que realmente ingiero a conciencia, así que no os asustéis, porque lo demás lo uso poco, mucho menos que lo que indican las instrucciones, porque tengo muy oído que a largo plazo los inventos así fastidian los riñones. Pero no me digáis que si yo tengo ya tantas cosas, no será alucinante la de mierdas –legales y se supone que buenas, y sin entrar desde luego en anabolizantes- que la gente obsesionada se esté tomando.
Una manera estupenda de sentirse como el abuelito y sus pastillas de las diez, de las dos y media y de antes de cenar.
7 comentarios:
Mucho cuidado que seguro que también producen impotencia... Yo lo más extraño que he tomado son los productos de Gematria que mandó el médico (homeopatía enriquecida por láser) funcionan, soy la prueba, pero a 60 euros el bote los he dejado por una temporada.
¿Para qué sirven?
en mi caso para perder tropecientos kilos y el poco poder adquisitivo que tuve en su momento
Yo desayunaba tortillas de tres claras, pero terminé cacareando.
Yo de una yema y cinco claras para merendar. Pero sólo algunos días, si no poto.
... yo no suelo tomar nada no se igual pienso que empiezo a tomar algo luego lo necesitaré continuamenteeeeeeeee.....
Tienes que reeducar a la madre de los bollitos del post anterior para que te regale en su lugar botes de esos... ahora que lo pienso deben de tener el mismo diseñador de envases que los potingues para coches... la imagen es la misma... o es el consumidor el que es el mismo? No te han entrado ganas de tunear tu vehiculo?
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