A riesgo de sonar como el típico e-mail que nos llega comentando que mire usted, que tenga mucho cuidado porque en una calle de Segovia le cortaron a uno el dedo meñique y no salga nunca a la calle porque quizá le pase lo mismo, os contaré brevemente lo que me sucedió, porque os puede pasar cualquier día de éstos.
A la salida del Alcampo de Utrillas, un chico (por cierto algo tartamudo al hablar, con lo cual no entiendo cómo le habían dado ese trabajo) se me acercó preguntándome si tenía un minuto para hablarme de una nueva tarjeta.
-Es una tarjeta Visa totalmente gratuita con la que obtendrá descuentos en viajes, hoteles, etc.
Insistí en si nunca de los nuncas me costaría un euro y terminé haciéndomela.
Unos días después me llegó a casa. De esto hará dos meses o tres y ni siquiera la he activado porque quizá nunca la use, pero como era gratis...
Aún menos después de lo siguiente. Como dos semanas más tarde, me llamaron por teléfono:
- Le llamamos para informarle de que en cualquier momento puede activar su tarjeta.
- Muy bien, gracias.
- Le informamos de que con ella también podrá solicitar microcréditos de dos mil euros que luego podrá pagar en cómodos plazos. ¿Qué le parece?
- Muy bien.
- De acuerdo. Si es así lo tendrá disponible en cuarenta y ocho horas. Es una oferta que sólo le ofrece esta tarjeta.
Yo me quedé algo mosqueado con el posible doble sentido de la conversación: ¿me estaba describiendo las posibilidades de la tarjeta o yo, con mis ajá ajá ajá, estaba diciendo que sí a una petición de préstamo?
- Oiga, perdone, no sé si quizá me confundo, pero no estoy interesado en ningún préstamo. Por ahora no lo necesito.
- ¿No? Yo estaba tramitando ya la operación.
- No, no, por ahora no estoy interesado.
¡Uf! ¡Por los pelos!
Así que ya veis, queridos amigos. Todo lo que sea sacarse pelas se puede comenzar con un "Sí, muy bien" que uno no ha dicho como inicio de nada, sino como mero ajá. De manera que, como ya hemos oído todos muchas veces, los contratos por escrito y con firma y letra clara.
A la salida del Alcampo de Utrillas, un chico (por cierto algo tartamudo al hablar, con lo cual no entiendo cómo le habían dado ese trabajo) se me acercó preguntándome si tenía un minuto para hablarme de una nueva tarjeta.
-Es una tarjeta Visa totalmente gratuita con la que obtendrá descuentos en viajes, hoteles, etc.
Insistí en si nunca de los nuncas me costaría un euro y terminé haciéndomela.
Unos días después me llegó a casa. De esto hará dos meses o tres y ni siquiera la he activado porque quizá nunca la use, pero como era gratis...
Aún menos después de lo siguiente. Como dos semanas más tarde, me llamaron por teléfono:
- Le llamamos para informarle de que en cualquier momento puede activar su tarjeta.
- Muy bien, gracias.
- Le informamos de que con ella también podrá solicitar microcréditos de dos mil euros que luego podrá pagar en cómodos plazos. ¿Qué le parece?
- Muy bien.
- De acuerdo. Si es así lo tendrá disponible en cuarenta y ocho horas. Es una oferta que sólo le ofrece esta tarjeta.
Yo me quedé algo mosqueado con el posible doble sentido de la conversación: ¿me estaba describiendo las posibilidades de la tarjeta o yo, con mis ajá ajá ajá, estaba diciendo que sí a una petición de préstamo?
- Oiga, perdone, no sé si quizá me confundo, pero no estoy interesado en ningún préstamo. Por ahora no lo necesito.
- ¿No? Yo estaba tramitando ya la operación.
- No, no, por ahora no estoy interesado.
¡Uf! ¡Por los pelos!
Así que ya veis, queridos amigos. Todo lo que sea sacarse pelas se puede comenzar con un "Sí, muy bien" que uno no ha dicho como inicio de nada, sino como mero ajá. De manera que, como ya hemos oído todos muchas veces, los contratos por escrito y con firma y letra clara.
5 comentarios:
Uy y todavia hablaste con una persona (humana?). Dentro de poco sera : "...para no pedir el credito marque 1..."
"...para quedarnos con su nomina no marque nada..." Por cierto ¿te has leido la letra pequeña de la fastuosa tarjeta? Creo que todas estas van con un fastuoso 12 y pico % de interes, cobrado mensual 1%. Usura pura. Y y ahora la cantidad de propaganda basura con direccion en tu buzon se duplicara.
A mi cuando se me acercan los pavos estos salgo despavorida o les miro con cara de si te acercas te mato... yo ya no me fio ni de mi sombra...
La verdad es que esto del teléfono ya da miedo. Porque a mi casa llaman dos o tres veces al día para lo de las tarjetas y sobretodo para cambiar de compañia de teléfonos. Pero que pesaoos! ya se que es su trabajo pero se pasan un pelín.
Besos
Akí has tocado mi fibra sensible, los bankeros y la atención telefónica.
Los primeros son claramente ladrones de guante blanco, cuando ofrecen un producto utilizan su jerga enrevesada para ke no te enterés, pero en general no te ofrecen nada; cuando buské mi hipoteca fui 3 veces a una asociación de consumidores, y, efectivamente, las 3 me la estaban clavando.
En la atención teléfonica, se ke los operadores no tienen la culpa, pero yo llegué a un estado en el ke no pude más, y desde entonces los mando a la mierda, además siempre me fastidian la siesta. Otra cosa ke me jode, es la atención al cliente robotizada; el otro día en el curro hablando con un robot, y sólo decía:-repita su consulta, no le hemos entendido; terminé gritando y silabeando (delante de dos negros ke no entendían castellano):-¡Quiero hablar con una persona !!!! . Al final colgué sin resolver mi problema.
Fuá, pues eso no es nada... en Movistar, como dan comisión por cada migración realizada (paso a contrato), los de Movistar llamaban, el cliente decía que no y aún así se lo tramitaban. Qué hijos de puta todos...
Yo también estoy a favor de ilegalizar los contratos vía telefónica, sobre todo si no hay una sucursal física de la entidad a mano.
Han matado a Kenny.
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