sábado, 15 de abril de 2006

PRISMÁTICOS
Sí, claro.

Me engañas con el roce de tu cuerpo,
como siempre. Soy hombre y por eso
interpreto como nuevo lo que es viejo
y repito el mismo error.
Veo tus manos, tu cara y tus brazos.
Sobran las palabras porque hay tacto,
falsa no-distancia, yo engañado.

En verdad es ilusión material,
juego de sentidos, chistes cognitivos,
de esas falsas percepciones
que tientan la risa.

Pero esos dientes blancos
dibujan una luna opuesta
cuando entienden que eres falso,
que estás aquí de verbena,
de pasada, sin cadenas.

¿Qué quieres: que espere
a que estés de vuelta
para darme el mismo trato?
¿Qué quieres: que me lo crea?

Sí, claro.

5 comentarios:

bl4ze dijo...

Como siempre, un gran poema. La verdad es que reflejas tus sentimientos con un gran acierto. Y en ocasiones me siento muy identificada con ellos.
Muchos besos. guapísimo.

Anónimo dijo...

Bueno, para no resultar pedante en mi propio blog, lo seré en el tuyo... lo del pulgar invertido no se hacía en el teatro, en todo caso en el anfiteatro donde estaban los bichillos....

Diabetes dijo...

¡Huy, claro!
Me siento iluminado ya. Apagáte, Raquel, gracias. O te hago una opa.

Anónimo dijo...

Tengo el fotolog petao hasta el viernes...Lo siento! actualiza tú y así nos entretenemos.Ciao

Diabetes dijo...

Jejeje, pues la llevas clara... esta semana "estoy estando" más inactivo que nunca.
Semana petable internetianamente.