domingo, 23 de abril de 2006

La dueña del agua.


Aquella noche me acerqué por primera vez al lago.
Las aguas mansas y el cantar de los grillos me atrajeron. A unos metros, hacia el bosque, mi tienda de campaña, iluminada por la hoguera. Aunque la noche era fresca, no pude resistirme a darme un baño.
Dejé en la orilla la toalla. Mis pies tocaron la línea mansa del agua; la ondularon. El agua estaba fría. Seguiría entrando al lago. Nada como flotar como ligero, volar aunque mojado.
Estaba solo. Apenas unos grillos escuchaba. Pero estaba solo. Con el agua, con su paz, con su frescura; con mi cuerpo, con la hoguera, con la tienda de campaña. Contacto con la naturaleza, aislado, paraje destinado a hacer pensar al solitario.
O creí estarlo. La luna y su luz me despistaron, y el sinnúmero de estrellas. No me asustaron los ojos de la señora, sino el pensar en cuánto rato hacía que me estaban observando. Pero ella no se movió. Cual conejo iluminado, no ejecutó movimiento para uno u otro lado. Simplementé me miró. En su mano sostenía un brazo.
O eso quise pensar yo, lo del brazo. Pero que me miraba es seguro. Y que no se movía. El silencio se imponía, no me propuse romperlo. Aquella mujer no era nada, una figura en la noche, de ojos brillantes, de mirada de fantasma. Yo, estando quieto igualmente, creía no ser mirado. Mas sus ojos me explicaban que andaba yo equivocado. Pensaba que, de salir del agua, ella me perseguiría por haber roto el silencio, quebrantado la armonía, interrumpido el bautismo de su brazo consagrado.
No sabía si esperar a que actuara o ignorar sus ojos fijos.
Y me moví.
Ya no la vi. La sentí detrás, su aliento. Sé lo que piensa hacerme. Cortará uno de mis brazos y el cuerpo lo echará al lago.
Por fin noto su pelo mojado.
Me está mirando.

2 comentarios:

bl4ze dijo...

Brrr! que miedooo! jo! la foto va perfecta. Besos y feliz San Jorge!

Anónimo dijo...

Pues a mi no se me ve la foto... en todo caso espeluznante.Me recuerda al principio de Yojimbo, cuando Mifune entra en el pueblo y aparece un perrillo llevando un brazo humano en las fauces...