lunes, 7 de agosto de 2006

Gracias por un futuro mejor.


Mi estatura está en unos 166 centímetros. Nunca he tenido el más mínimo problema por ver que buena parte de la población, sobre todo la masculina, es más alta que yo. Es más, mejor para mí, que me gustan más altos.
Sin embargo, viendo el actual tamaño de los asientos del bus o de ciertos... báteres para mear de pie... (¿es que no tienen un nombre o es que no me sale?), a veces mi mente divagaba acerca de mis dificultades para llevar una vida normal dentro de cuarenta o cincuenta años, cuando la población aún fuese más alta y resultase poco sorprendente encontrarse gente de metro noventa. Me reconfortaba pensando en las chicas bajitas, ya que mientras existiesen, más o menos las dificultades serían relativas o al menos se sobrellevarían mejor en compañía.
Y de repente... ¡qué bien!, llegó la globalización, las inmigraciones y la mezcla typical siglo XXI, y ahí están esos maravillosos sudamericanos, esos ecuatorianos que no levantan ni dos butifarras del suelo y que me garantizan una vida normal hasta que me muera.
¡Gracias, Zapatero, por abrir las puertas al mundo!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo con mi metro setenta creo estar bien surtida de altura y a mí los bajitos no me disgustan ( la verdad es que no está una para hacerle ascos a nadie).Los latin kings a mí me han proporcionado algún que otro piropillo y subida de autoestima así que me uno a tu agradecimiento a ZP

bl4ze dijo...

Yo te veo estupendo con tu altura la verdad.Tiene más problemas Miguel, que no cabe en los asientos de los autobuses ni de los cines ni en la cama... Vaya un lio!
Como veis aqui sigo, mi madre me tiene secuestrada en la city.
Besos y achuchones

Anónimo dijo...

Un pensamiento subió a mi mente hoy
que tuve hace un tiempo
pero que no terminó
hace un tiempo atrás
no podría fijar el año
ni a dónde fue
ni por qué vino la segunda vez
ni definitivamente,qué es lo que era
si tuviera el arte de decirlo
pero en alguna parte
en mi alma
yo sé
que encontré todo eso antes
fue todo
y no volvió nunca más.

Anónimo dijo...

Como te oiga un sudamericano decir que no levanta ni dos butifarras del suelo igual te pega dos ostias pensando que le has mentado a la madre o algo...