
Si vives fuera de Zaragoza, este post te interesa tanto como la vida de las mitocondrias en las células de nuestro cuerpo.
Ayer fui a comer a un restaurante vegetariano llamado La Retama, que se encuentra en la plaza San Miguel.
Entramos a eso de las dos y diez. Es un local pequeñísimo que en realidad está dentro de un piso; al menos ayer, no tenía las luces encendidas y había una ligera oscuridad.
Los menús cuestan algo más de nueve euros, pero ayer, por ser fin de semana, se cobraba cada plato por separado.
Íbamos cuatro personas y pedimos una ensalada para todos. El plato de ensalada era del tamaño adecuado para una persona, porque claro, suelen ser platos individuales siempre. Esperamos más de media hora de reloj a que nos atendiesen y, si no me equivoco, hubo una o dos parejas que entraron después que nosotros a las que se les sirvió antes.
Cuando llegó mi pastel de patata y cebolla me quedé con cara de gilipollas, porque debía de ser como de doce por cuatro centímetros, y estaba pagando unos siete euros por eso. Comimos y bien es cierto que todo estaba bastante bueno. Luego pedimos postres y lo mismo, estaban razonablemente ricos.
Pero claro, cuando se nos cobró y salimos a quince euros por persona (en mi caso por haberme comido un cuarto de una ensalada individual, el pastel, una tarta de ciruela también pequeñita y el agua), aluciné en colores y decidí –de hecho decidimos- que había sido la primera y la última vez que íbamos allí.
Puede que entre semana, si te atienden más rápido y te hacen el precio de menú, este lugar resulte menos malo; pero a nosotros se nos quedó la sensación de que nos habían atracado por un servicio deficiente y de que la próxima vez, de decidir ir a un vegetariano, recurriríamos al de siempre: La Olla Vegetal, en una calle paralela a Latassa junto al instituto Goya, donde por un menú de ocho euros y medio te tomas dos platos enormes y un postre siempre delicioso.
Tenía que descargar mi decepción gastronómica.
12 comentarios:
Sería caro y el servicio no muy bueno, pero yo ayer fui a cenar a un sitio , que aun hoy despues de dos considerables duchas , no he conseguido quitar el olor de mi piel y de mi pelo,he tenido que lavar hasta la mochila donde llevo mis cosas.
Así que no sé que es peor , esperar un rato largo y ponerlas encima de la mesa o ducharse con unas gotitas de Mistol.Besos Gloria
Yo había oído hablar bien de ese restaurante, aunque ya me advirtieron de que no era más que un piso. Pero me acabas de quitar las ganas de ir. Qué decepción... ¡y qué robo!
A mí me han reconmendado ahora mismico El Sarmiento, para comer caracoles a la brasa (en su baba), en la Almozara. Cuando pueda no me lo pienso 2 veces. Si gustáis...
Sr. Gabardera, a mí me han dicho que los caracoles en su baba son repugnantes, que si no les añades nada más, puaj y superpuaj.
De todas maneras, aunque eso de comerme un ser baboso con cuernos está en mi lista de autosuperaciones estúpidas, veo complicado que fuese de propio a El Sarmiento. Si eso te llevas dos en el bolsillo y me los metes en un vodka con granadina cuando no me entere.
En todos lados se cuecen habas. Es que a algún vivo se le ocurrió que los platos buenos deben ser causar más hambre que placer a las papilas. Acá en Argentina conozco varios restós que se han subido al tren de los platos liliputienses, pero siempre viene bien saber dónde no ir.
salud
Ah!
Y no apreciaste el exquisito gusto con el que el cocinero distibuyo los vegetales en el plato? Cada hojita de lechuga en su sitio... y no supiste ver que el haceros esperar era a proposito para que hicieris un mejor recibimiento a la (escasa) comida?....Y ya sabes es mejor que te quedes con algo de hambre al final etc.
Bienvenido a la nouvelle cuisine, (contenido) placer de todos los sentidos!
Ostias. Me quedo con la crítica a la cocina estúpida que hacían Els Joglars.
Eso te pasa por no venirte al Hindú, el japonés también está muy bien
Es que entonces el fin de semana me habría quedado así: hindú más comida en el vegetariano más pizzas improvisadas con un amigo más pan con nocilla en casa de mis padres.
Y eso, con mi constitución, habría implicado lo menos kilo y medio en un solo finde.
Los japoneses me gustan. Los restaurantes, digo. Aunque los orientales, cuando no son feos, me dan morbillo...
También hay uno en la calle Tarragona que se llama La Zanahoria y la relación calidad/precio no está mal.
Yo es que como que me va la carne (en barra). Felicidades por la imagen, es realmente asquerosa (y muy apropiada para el post), no sé cómo coño la habrás encontrado (goggleando?).
Puse "vomiting" en el google, sí. Buscar imágenes en inglés es lo más fácil para obtener resultados.
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