
¡Hola!
Escribo desde casa de mis tíos en Silla, Valencia. Como dije en el post anterior que Rakeltxu pareció no saber descifrar (lo cual se hacía copiando y pegando el mensaje en Word y pasándolo a letra normal), me he ido de vacaciones fuera de Zaragoza. ¿Hasta qué día? No sé, aunque empiezo a tener una idea clara de cuándo quiero volver. Estaré algún día más del que pensaba.
La cronología va a ser un cachondeo en los varios posts que dedicaré a este viaje. Así que hablaré de hoy mismo.
He ido a ver la ciudad de las artes y las ciencias; vamos, me refiero al oceanográfico y al hemisferio. Si algo debéis saber es que muy muy recomendable -al menos si pensais visitarlo en temporada alta como yo- que compreis las entradas desde cualquier sitio menos en el propio recinto, porque me he chupado hora y media de cola al sol...
Una vez dentro, el acuario me ha defraudado ligeramente. Por una razón que decir en voz alta me va a hacer quedar como un imbécil, pero a quien le defrauda le pasa también por eso: y es porque he visto poco más que seres marinos. Y claro, os preguntareis, ¿qué esperabas ver? ¿A Emilio Aragón pintando con el pie? El caso es que, dado mi relativo interés por el mundo natural en general, habría necesitado cierta espectacularidad de presentación. Ese aspecto sólo lo ha conseguido el espectáculo de delfines, con buena combinación de música, pero el resto era muy normal. De modo que veías lo que esperabas sin la más mínima sorpresa; así que, como digo yo siempre, si a los poco puestos en la materia nos ha dejado algo indeferentes, no creo que haya conseguido el objetivo primordial de cualquier exposición que se precie. En cualquier caso, vale la pena echarle un vistazo, por supuesto.
Después he ido al hemisferio a ver una peli. Dejando a un lado el sueño que me ha sobrevenido durante la proyección, también ha resultado curiosa la cosa; pantalla enorme y extracóncava. Me queda por ver, lo dejo para otro próximo día, el museo en sí, que es el edificio blanco que todos conocemos.
Eso sí, durante todos los días que estoy pasando así voy a sufrir el mismo mal que habría sufrido si hace unas semanas hubiese terminado yéndome a Granada -plan no realizado que desconocéis por eso: porque al final no lo hice-: el del turista sin mapa. Resulta que te vas a las oficinas de turismo de Zaragoza todo contento a pedir un mapa de Valencia o de Granada y te dicen que no tienen, y que no depende de ellos sino de las oficinas de turismo de las respectivas ciudades... Para suplir la carencia, te dan la dirección de la oficina de la ciudad a la que vas, pero... ¿cómo cojones se supone que la vas a encontrar? Porque si te vas a Soria mira, escupes y donde la baba no moje suelo ahí está, pero en una ciudad bastante grande como Valencia, ni de flores.
Y claro, ando algo limitado con mi coche de cara a moverme por la ciudad. Pensaba comprar un gps hasta que decidí que casi trescientos euros eran demasiadas pelas para tan pocas -aunque valiosas- funciones.
Por cierto, ya sé en carne propia qué significa la manida frase que había oído miles de veces: "En Valencia no es que haga más calor que en Zaragoza, sino que es más húmedo".
Adeu.
4 comentarios:
Yo no le pillaba la gracia a lo del mensaje cifrado, y al final he podido deducir que ¡sólo sale "cifrado" en el Internet Explorer! Todos los que navegamos con Opera (www.opera.com) o Firefox (www.mozilla.com/firefox) vimos tu mensaje ya descifrado y nos perdimos la gracia.
¡Disfruta del viaje y no sudes mucho!
Ay que joderse! pues claro que sé que esos bichitos se descifran con el Word!!! pero no me dió la gana mirarlo ¡hala!mi próximo post lo haré en esperanto, o en austro-húngaro, o en japonés y hay si que no tendréis ni idea.Por cierto, te repito un fragmento de tu texto de hoy para que veas que el belga te ha dejado trastornado:"me he chupado hora y media de cola al sol..." aquí 37 grados a la sombra
Hola viajero!
Aquí estoy trabajando y estudiando antropología cognitiva, no veas que risas ya te contaré.
Pásatelo muy bien hermoso, seguiremos tu guia de viaje.
Besos y achuchones
¿Risas con antropología cognitiva? Sí, sí, me lo tienes que explicar, hija.
Vuelvo hoy. Me esperan cinco horas de coche.
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