
A modo de pequeña primicia, os comentaré que nos está llegando a los colegios una encuesta de la DGA acerca de qué nos parecería al profesorado lo siguiente: tener una semana de vacaciones a finales de octubre -que quizá se mantendría para pilares dada la importancia de estas fechas-, dos semanas para navidad -que no deja de ser lo mismo- y una semana entre febrero y marzo. Lo que se propone, en definitiva, es que haya siete días al menos de descanso a mitad de cada trimestre; eso se practica en bastantes países europeos y responde a la realidad, injustamente valorada por las personas ajenas al mundo de la educación, de que los que nos dedicamos a ello vivimos estupendamente: y es que tres meses seguidos sin una oportunidad para desconectar de los niños, como ha ocurrido este año de enero a abril, acaba con la moral de cualquiera. El cambio más significativo, de hacerse realidad esta propuesta, sería el de que quizá esa semana a mitad de febrero sustituiría a la semana santa. ¡¡A tomar por el saco las fiestas santas!! ¡¡Bieeeeeen!!
Eso sí, la encuesta no dice nada acerca de las consecuencias de esos cambios, pues si por ley hay algo así como 170 días lectivos por curso, al haber una semana de fiesta en cada trimestre, esos días se descontarán de otros sitios... así que por otro lado, cuidadito con lo que nos puede esperar para el próximo curso, como empezar en plan 5 de septiembre ya con los niños o alargar el fin de curso hasta que el mercurio termometril no quepa de gozo en el tubito.
Considerando que el concepto de los derechos (entre ellos el de participación) de los alumnos y de los padres se ha extendido de tal modo que ahora son casi más ellos los que son temidos por el servicio provincial de educación a la hora de designar el calendario escolar, dudo que osen modificar tanto el tema como para tener a media Aragón cagándose en sus muelas. Pero sin duda sería algo fantástico poder relajarte un poco en momentos determinados durante el curso, revisar cómo vas con la programación de contenidos y... de paso poder pillarte un viaje en temporada baja.
5 comentarios:
Yo tampoco creo que las cosas cambien mucho a corto plazo. Si todos disfrutamos (o sufrimos) el mismo calendario festivo, es normal que la gente no quiera cambios. Y si se junta 1 profesor con 20 alumnos y sus 40 padres, es normal que los políticos escuchen las preferencias de los 60 antes que la del 1. Así son las cosas...
Pues a mi lo que ultimo en educacion conlo que he flipado es la asigantura sobre losmundiales de futbol que van a poner en Argentina para que los alumnos no hagan pirola durante el mundial.P.D.Perdona lo del cine, estoy un poco alelada ultimamente
A ver si nos ponen el calendario europeo, que es mucho más racional! pero mira que somos misicas los españoles a veces. En Europa lo llevan haciendo 40 años y tan ricamente. Pero aquí nos quitan San Pancracio y o Dios MIooooo!
Yo no menosprecio la vida del profesorado. No me meto a enseñar a críos ni jarta vino. Ostia que cruz de vida...
Agradezco la opinión de Lalau; ojalá hubiese más personas así, a las que no habría que decir lo de "Pues oye, la escuela de magisterio está abierta para todo el mundo" para que llegasen a esa misma conclusión.
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