
Cada vez estoy más convencido de que la verdad, así, como entidad independiente y objetiva, es una de las mayores tonterías que nos hemos podido inventar. No es necesario ser muy inteligente para llegar a esta conclusión, puesto que con observar que cada cultura tiene una manera diferente de concebir el mundo basta y sobra.
Pero he vuelto a pensar en esta cuestión cuando me he puesto a darle duro a mi nueva asignatura antropológica, llamada Geografía Humana y Demografía. Resulta tocha y aburrida a la par que interesante.
En el segundo tema, se debaten las perspectivas que existen acerca de la distribución de las personas y de los tipos de edificaciones en las ciudades. Lo que parece a priori un tema no demasiado extenso se convierte en páginas y páginas de teorías que, cada cual desde su punto de vista (económico, ecológico, social...), ofrecen sus propias ideas y sus conclusiones distintas.
Una vez uno lee todas las teorías, se queda diciendo: oiga, please, ¿y no hay así como una teoría chachi que sea como más verdad que las demás y yo me quedo con ella y mi cerebro se relaja? La diversidad me abruma.
My God, quesque al final no me voy a atrever ni a definir un donuts.
10 comentarios:
Por supuesto que NO existe LA Verdad. Hay tantas realidades como seres humanos hemos existido, estamos existiendo y existirán... Aparte de que en nuetras propias vidas vamos aprendiendo y redefiniendo nuestras propias teorías, sin renunciar por ello a nuestra integridad. Como dijo Einstein: "Dos y dos son cuatro hasta nueva orden".
Siempre he creído que la verdad es aquello que nosotros concebimos como tal, es decir, que mi verdad y tu verdad siempre nunca serán iguales e incluso el concepto de verdad diferirá de unos a otros. Vamos que verdad lo que se dice verdad es lo que a mí me da la gana que lo sea.
VERDAD VERDADERA (y no es el anuncio de Yoigo)
Ejem eliminad el siempre que está junto al nunca de vuestras cabezas please (dislexia primaveral)
Cada uno tenemos nuestra propia verdad no?.
Es como preguntarnos quienes somos. Cada persona nos ve diferente, así que en realidad somos un conjunto de varios puntos de vista.
Que rallada mental para estas horas...
Este tema me recuerda a cuando la gente, hablando de su pareja ideal, comenta: "Yo no quiero gente antipática ni aburrida". Pues claro, anormal, pero esos términos para ti significan cosas distintas que para otro, así que nos has dejado como estábamos, porque ¿alguien va a decir: vaya, ya no le gustaré, soy un aburrido?
Estoy de acuerdo con vosotros, posteadores, aunque entonces, ¿cómo se explica que podamos llegar a entendernos?
Te entenderás bien con aquellos que tengan la misma visión que tú de la realidad.
Y yo sí que creo que la verdad existe, aunque casi siempre nos resulta imposible de averiguar. Pero que algo se escape de nuestro entendimiento no quiere decir que no exista.
Rallada de tema el de hoy... Vuelve a las diabetadas, anda :)
Había un prehistoriador salido (creo que Leroi Gourhan) que en toda pintura rupestre veía folleteo, penes y vulvas.
Interpretaciones...
No te creas que eso de definir un donut sea tan facil. Piensa que con los que recogen por caducados vuelven a hacer mas donuts... y que hay unos astrofisicos por ahi diciendo que el espacio-tiempo-universo tiene forma de donut...
Yo tambien habia visto eso de que las pinturas rupestres eran en realidad graffittis de adolescentes masculinos salidorros y que eso de meterles un significado religioso ritual era cosa del siglo XIX y XX.
¿Y cual es la verdad para los antropologos que pululan por aqui?
Jb, si la verdad como entidad independiente de nosotros existiese, entonces la antropología -y otras ciencias- resultaría un absurdo. Hay cuestiones que tienen una explicación concreta y otras que dependen de cómo se miren -véase el tema del que hablaba en mi post-. Por supuesto que no concebir algo no quiere decir que no exista, pero hay que tener cuidado con esas afirmaciones, porque luego, como los donuts, o los donettes, nos salen amigos... digo dioses por todas partes, y nos los imponen.
Por cierto, anagnosto, cuando mi tío me habló del reciclaje de los donuts, a mis diez años no me importó y seguí consumiéndolos felizmente.
Yo más bien hablaba de otras ciencias, sí, y de todas esas cuestiones científicas que tienen su explicación concreta aunque no las averigüemos hasta el siglo XXXII.
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